Moda y Belleza

Cotizadas modelos chilenas hablan de los mitos sobre la delgadez en la industria

Forman parte de la generación de recambio que se abre paso con éxito en el modelaje internacional. Luego de trabajar varios meses en Nueva York, regresaron a Chile por un tiempo; a sus 20 años, la tienen clara y saben perfectamente lo que quieren.

Por: Jessica Celis Aburto.
Producción: Florencia Calderón y Daniela Pérez.

Sofía Stitchkin (21) y Gabriela Fuentes (20) llegaron hace poco de Nueva York, donde estuvieron 3 meses trabajando en editoriales, campañas y para diseñadores, y también asistiendo a castings de primera línea, como de Burberry. «Ir a hacer un casting para ellos, o para Nike o Dolce & Gabbana, es increíble, porque vas a la oficina real de las grandes tiendas. O vas a las revistas. ¡Vas a la oficina de Vogue!», cuenta Gabriela, con sus grandes ojos celestes emocionados.

Desde el año pasado, cuando ambas partieron a la Gran Manzana a trabajar, se han consolidado como dos de las modelos chilenas más cotizadas, y Sofía lo corrobora. «Estamos trabajando a un nivel internacional. Para mi ésta es una carrera, mi trabajo», dice.
Allá vivieron en un departamento al lado del Central Park de un familiar de Sofía, donde tuvieron que compartir de todo, hasta la misma cama. Les gustó tanto que planean regresar en septiembre.

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Sofía Stitchkin fue la Segunda Elite Model Chile 2012, y esperó a cumplir los 16 años para ingresar al modelaje. Entró porque una ahijada de sus papás estaba en la agencia Elite, y le dijo que podría ir a ver cómo le iba, porque siempre le gustó el oficio. «Mandé un mail, me citaron a una reunión, y ese mismo día me dijeron que querían que trabajara con ellos. Nunca más paré», explica. Salió del colegio hace tres años y estudió un año y medio Diseño Gráfico, pero congeló porque no podía dedicarse a estudiar como corresponde y al modelaje al mismo tiempo. ¿Su plan? Irse a trabajar fuera de Chile permanentemente, y estudiar afuera. «Me aburrió el ambiente universitario de acá, también. Estoy en otra», afirma.

Gabriela Fuentes, Segunda Elite Model Chile 2010, ingresó al modelaje a los 13 años, sin haber pensado en dedicarse a él. En esos años su hermano tenía una polola que trabajaba en Elite, y ella le dijo que mandara una foto, que quizás quedaba. «No sabía mucho de qué se trataba, y lo hice porque me pareció choro y divertido. Al otro día me llamó Angeles Pauls –directora de Elite– para que nos conociéramos. Así partí», recuerda. Igual que Sofía, también estudiaba Diseño Gráfico pero congeló para viajar. Hoy son mejores amigas.

¿Cuáles creen que son sus grandes logros en este tiempo?
S: Para mí ha sido el atreverme y tener la capacidad de viajar y vivir sola. Soy la única hija mujer entre hermanos hombres, y muy dependiente de mi mamá y mi papá, muy mamona. Irme de julio a noviembre sola a Nueva York el año pasado fue demasiado fuerte para mí. Nueva York es el centro del modelaje, una ciudad tan grande y donde pasan tantas cosas, que todo lo que he vivido es muy importante. Es una ciudad tan individualista que me costó adaptarme a eso, y de hecho todavía no lo hago.

G: Desde lo más emocional, al igual que la Sofi, ha sido independizarme y tener desde muy chica las cosas más claras, a diferencia de otros niñas o niños. A los 15 años mis amigas tenían una fiesta, pero yo prefería trabajar. Eso me hizo madurar antes. No sé si es malo o bueno, pero a mí me ayudó mucho. Me hizo darme cuenta que sí puedo dedicarme a trabajar en esto, que es lo que quiero. Allá el modelaje se ve como una carrera, acá más como un hobby, y eso me llamó la atención. ¡Qué suerte que me tocaron los papás que tengo!

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S: Sí, nuestros papás nos apoyan en todo, son muy abiertos. Yo vengo de una familia de artistas en la que no todos han estudiado carreras tradicionales, y eso también me ha ayudado. Mi abuelo, el pintor Sergio Stitchkin, antes de ser un pintor exitoso tuvo que estudiar Derecho porque su padre lo obligó. Valoro mucho la manera de pensar de mis papás, y que me apoyen 100%.

G: Los papás de la Sofi y los míos, lo único que nos piden es que si hacemos algo, lo hagamos bien.

S: Ellos también se han hecho muy amigos.

¿Sienten que les faltó vivir la adolescencia?
S: Sí, yo siento que me faltó. Por ejemplo todas tienen círculos de amigas gigantes, y el mío es súper acotado. Tengo muy buenas amigas, 4 de ellas son del colegio, de afuera tengo a la Gaby, una amiga de la Universidad, y sería. Es muy difícil hacer vida social si estamos todo el tiempo afuera.
G: Hay que perder para ganar, no se puede tener todo. Empecé chica a trabajar, pero no es que haya perdido mi infancia; quizás me perdí fiestas, pero no sé si me arrepiento de eso.

LA DELGADEZ COMO UN VALOR

El cuestionamiento a la promoción de la delgadez y la imagen en el mundo del modelaje es un tema muy manoseado, ¿qué opinan al respecto?

S: No me ha tocado conocer muchas modelos con problemas alimenticios. Yo soy flaca por contextura.

G: Yo tampoco he visto casos de anorexia. Dicen que el mundo del modelaje es muy turbio, y puede serlo. Uno tiene que estar muy segura de sí misma y con los pies bien en la tierra, porque es muy fácil perderse.

S: Y si tus papás no te dicen nada, o no te dicen que estás haciendo algo mal, estás frita.

Trabajan en un medio que tiene a la delgadez como un valor que todas las mujeres supuestamente queremos, ¿les preocupa?
S: Ese tema me tiene agotada mentalmente, porque todos los días alguien te pregunta «¿por qué eres tan flaca?». ¡Soy así por naturaleza! De hecho mi mamá es más flaca que yo, y mi papá también es súper delgado. Puede ser que haya modelos con problemas alimenticios, porque existe. Pero yo no he visto. Una anoréxica se nota en la cara, su color de piel, su cuerpo…; lo que ahora se buscan son modelos más sanas, de estilo más sport.

G: En la página de la agencia es increíble cuando suben una foto tuya y comentan cosas como «soy nutricionista y ‘eso’ (la foto), es anorexia». ¿Por qué alguien que no me conoce me trata de anoréxica si no lo soy? Sí creo que es un error pensar que sólo una mujer flaca es bonita, porque no hay que ser flaca para serlo. Elite nunca nos pide cumplir con un peso bajo, por ejemplo.

S: Lamentablemente siempre las modelos han sido de un tipo delgado, de contextura flaca.

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ALIMENTACIÓN, SALUD Y BELLEZA

Pero para ser modelos, las mujeres «normales» suponemos que tienen reglas estrictas de alimentación, por ejemplo…
S: Como de todo porque creo que hay que comer de todo, incluidos chocolates. Hay que darse el gusto, siempre cuidando de llevar una dieta balanceada. Tampoco soy una enferma por el deporte aunque me gusta mucho practicarlo cuando aparece la oportunidad: esquiar, subir cerros, hacer trekking, trotar. Jamás estaré en un gimnasio 4 horas seguidas. Para mí el deporte no es una prioridad. Sí soy maniática con los cuidados de mi cara, piel y pelo. Son mis TOC. Para el rostro tengo millones de cremas. Encuentro que todas las mujeres deben cuidarse. Tengo amigas de mi edad que no se sacan el maquillaje ni usan cremas, por ejemplo, y ya tienen la piel fea. Yo me saco el maquillaje y limpio la cara todas las noches, aunque no me haya maquillado. Voy al dermatólogo a hacerme limpiezas de cutis, y tengo hartas cremas especiales. En el pelo me hago masajes y me corto las puntas bien seguido en La Guapa Simona.

G: Soy igual (risas). Si me dan ganas de ir al gimnasio voy y me meto a una clase, pero no es parte de mi rutina. Al igual que la Sofi, tampoco es una prioridad para mí. En cuanto a la alimentación, tengo la suerte de que en mi casa siempre se ha comido mucha ensalada y siempre acompañan mi plato principal. Como de todo y nunca he hecho dieta. Me limpio la cara todos los días y uso mucha crema porque tengo la piel muy seca. En el pelo siempre me hago masajes y me corto las puntas.

Deben tener sus marcas favoritas para adquirir ropa. ¿Alguna picada para recomendar?
G: A mí me gusta Qüina, la marca de mi prima que es diseñadora de vestuario que hace una ropa chorísima.

S: Yo amo Zara. ¡Si tuviera ropa interior también la compraría allí! (risas).

G: Sí, es que allí encuentras de todo: desde los básicos hasta los zapatos.

¿Son muy tentadas para comprar?
¡Sí, terrible!

¿Y acumulan o van renovando?
S: Yo regalo mucha ropa.

G: Yo no tanto, pero cuando lo hago, vendo o la regalo.

LA NOSTALGIA
¿Qué ha sido lo más difícil de su estadía en Nueva York?
S: Echar de menos a la familia, las amigas y el pololo.

G: Igual yo.

¿Tienen amigas allá?
Se miran y ríen.

S: Amigas amigas, no, pero sí tenemos gente conocida.

Además de ser mejores amigas, ambas pololean hace 4 años. «Eso es un poco fuera de lo común a nuestra edad. ¡Es como llevar toda una vida pololeando! Al final nos hicimos muy amigos entre los cuatro (risas)», cuenta Sofía.

¿Qué dicen los pololos ante su nueva realidad?
G: Apañan siempre.
S: Sí, demasiado.

¿Celosos?
G: No.

S: Cero.

¿Y ustedes son celosas?
S: No nos queda otra que relajarnos porque nosotros los dejamos a ellos, entonces, al final, igual tenemos que aceptar las consecuencias, por decirlo de alguna manera. Tengo la suerte que cuando empecé con José María ya estaba en el modelaje, por lo que entiende todo perfecto. No tengo que darle explicaciones de nada. Es bacán estar con alguien así.

G: A mí Max me apoya demasiado; él también me conoció cuando ya estaba en esto, entonces sabe todo. Me apaña y me dice que suba tal o cual foto porque la encuentra linda.

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