En la moda todo regresa, pero nunca igual. El 2025 está siendo el año de los contrastes: mientras el quiet luxury sigue imponiéndose entre las amantes del estilo pulido y minimalista, otras corrientes buscan romper con esa estética contenida.
Ya vivimos la fiebre Y2K, el romanticismo coquette y el encanto vintage del old money, pero la industria necesitaba un giro más atrevido. Y llegó. La nueva temporada se tiñe de negro, encaje y terciopelo con una propuesta que está conquistando pasarelas, redes sociales y alfombras rojas: el soft gothic.
Esta tendencia marca el regreso del gótico, pero en su versión más suave, moderna y sofisticada. Un fenómeno que no surge de la nada. Películas como Nosferatu, el éxito continuo de Wednesday y el llamado Brat revival impulsado por figuras como Charli XCX o Gabriette han devuelto el gusto por lo misterioso y lo oscuro. En plena era de la saturación pastel y la dulzura visual, la moda pide profundidad. Y el soft gothic llega para equilibrar la balanza.
¿Qué es el estilo ‘soft gothic’?
Lejos del dramatismo extremo de los 2000 (labios borgoña, botas de plataforma y corsets de cuero), el nuevo gótico apuesta por una estética más romántica, etérea y femenina, sin perder su toque rebelde. El soft gothic fusiona la delicadeza del boho chic con la intensidad del negro absoluto. Se trata de jugar con las transparencias, los tejidos vaporosos y los detalles artesanales, creando looks que resultan tan misteriosos como elegantes.
Imagina un vestido negro de organza con mangas acampanadas, un top de encaje con falda satinada o un conjunto de terciopelo con detalles metálicos. Todo dentro de una paleta oscura, pero luminosa. En este estilo, los encajes sustituyen al cuero pesado, las siluetas son más fluidas y la sensualidad se expresa con sutileza. Es el equilibrio perfecto entre el romance gótico de los 90 y la feminidad actual.
Las grandes casas de moda ya lo confirmaron: Dior, Saint Laurent, Zimmerman y Fendi lo incluyeron en sus colecciones recientes, reinterpretando la oscuridad con texturas suaves, joyería barroca y siluetas etéreas. Incluso diseñadoras como Vivienne Westwood y Dilara Findikoglu mantienen viva la esencia gótica desde una visión más artística y moderna.
Cómo llevar el ‘soft gothic’ sin parecer salida de una película de terror
La clave para dominar esta tendencia está en el equilibrio. Si amas el negro, este es tu momento, pero el truco está en combinar lo oscuro con lo delicado. Opta por materiales como encaje, satén, tul o terciopelo, y añade accesorios metálicos o perlas oscuras para un toque sofisticado.
Durante el día, puedes apostar por una blusa negra translúcida con jeans de corte recto y botines. Por la noche, eleva el look con un vestido de encaje o una falda midi de tul acompañada de labios en tono ciruela. En maquillaje, la piel luminosa y los ojos suaves contrastan con labios intensos: un equilibrio entre misterio y frescura.
Y si buscas inspiración, Jenna Ortega es la musa definitiva del soft gothic. La actriz ha demostrado cómo reinterpretar lo oscuro sin perder elegancia, combinando piezas de Ann Demeulemeester, látex fluido o encaje con un aire moderno y seductor.

