Con una energía vibrante y un corazón lleno de sueños, Giselle Rosales Sánchez, de 21 años y oriunda de Machala, se coronó como la nueva Miss Ecuador 2025 en una gala inolvidable celebrada en el Malecón de Salinas. La fiesta de belleza comenzó a las 19h30 y desplegó una mezcla impresionante de talento, cultura, música, moda y pasión ecuatoriana. La nueva reina, además, es apasionada por la enseñanza a niños, pues es licenciada en Educación Inicial.
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Desde su presentación en traje típico hasta el deslumbrante desfile en traje de gala, Giselle brilló con carisma y elegancia, conquistando al jurado y al público por su porte seguro y su cálida sonrisa. En la ronda final, respondió con profundidad y convicción a preguntas sobre su visión del país, su crecimiento personal y lo que ha aprendido durante el certamen, demostrando que es mucho más que una figura; es una voz llena de luz y propósito.
Su triunfo fue anunciado junto a la mención de Alexandra Mina (Santo Domingo) como primera finalista, mientras Amy Ocampo, Gina Morales y Natalia Ormeño también ocuparon lugares destacados. Fue una noche de pura emoción, en la que la corona, diseñada por Jonathan Tello en oro blanco, plata, filigrana y amatistas de dos tonalidades, se convirtió en símbolo de identidad y elegancia ecuatoriana.
La nueva reina
Giselle no es nueva en los escenarios del porte y la representatividad. Antes de llevarse la corona nacional, fue Reina de Machala (2022–2024) y Reina de la provincia de El Oro. Además, domina el inglés y ha mantenido una intensa labor social a través de la fundación Unidos por una Sonrisa, lo que demuestra su compromiso con comunidades vulnerables. En un gesto emotivo y lleno de ternura, recibió su banda de manos de su madre, Aliuska Sánchez, en un acto que simbolizó el amor familiar y la unión de generaciones.
La coronación de Giselle marca el inicio de una etapa de proyección internacional. Representará a Ecuador en el certamen Miss International 2026, continuando la tradición de destacar la belleza, proyección y vocación social de nuestras representantes. La velada contó además con presentaciones vibrantes de artistas como Las Damas de Oro, Maykel, Andreína Bravo, Alan Maldonado y Nick Rodríguez, quienes encendieron el escenario con su talento y energía.
Fue una noche donde la cultura nacional brilló en cada detalle —desde el diseño de la corona hasta la producción general a cargo de Alfredo Che Vera, en una puesta en escena que celebró la identidad ecuatoriana. La gala final fue conducida por Claudia Schiess y Carlos Luis Andrade, con la participación especial de Andrea Rubio, Miss International 2023.
En resumen: Machala tuvo mucho que celebrar. Giselle Rosales es ahora más que una reina de belleza: es una mujer con propósito, trayectoria y sensibilidades que reflejan lo mejor del Ecuador moderno. Su historia nos recuerda que la verdadera belleza va de la mano con la conciencia, el servicio y la valentía para alzar la voz. ¡Felicidades, Giselle, reina y representación de un país que sueña alto!