Cuando se usan kits de lejía y tintes rubios, el cabello puede reaccionar de maneras inesperadas y puede terminar tornándose amarillo o naranja, un fenómeno que los coloristas llaman la curva de aclaramiento.
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«Cuanto más oscuro sea el cabello en la curva de aclaramiento, más cálido es el tono que se expone al aclararlo», dice Leanne Chadwick, colorista experta de la ciudad de Londres. «Los tintes de caja solo levantarán una cierta cantidad de niveles, e intentar hacer esto en un cabello de tono oscuro resultará en exponer esos tonos más cálidos».
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Como lo reseña el portal Allure, para combatir esto, Chadwick nos lleva a un viaje al pasado hasta la secundaria, recordando el círculo cromático de las clases de arte. Como explica la experta, los colores complementarios, o los colores que están en lados opuestos de la rueda de color, se neutralizan entre sí. «Para contrarrestar los tonos amarillos, debes usar algo que tenga violeta en él; para contrarrestar los tonos naranjas, necesitará usar tonos azules», dice.
Esto no significa que cubrir el pelo completamente con un tinte azul o púrpura sea la solución definitiva. En su lugar, una alternativa es buscar champús y acondicionadores atenuantes que puedan controlar el tono de tu cabello sin convertirlo en otro color.
Esta misma solución se puede aplicar en caso que tu color quede más claro de lo esperado, ya que según comenta el colorista experto, agregar más tinte a la fórmula no solucionará nada y solo dejará tu cabello muy dañado y quebradizo.
