La semana de la moda de alta costura de París sorprendió a muchos con las propuestas más esperadas de la primavera y el verano de las firma Dior o Iris Van Herpen.
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Pero sin duda, una de las sorpresas menos esperadas, vino de la mano de la colección de Schiaparelli, un mundo imaginario creado por Bertrand Guyon con una estética fantástica.
Además de sus diseños, inspirados en un mundo de cuento con piezas verdaderamente increíbles, hubo una en particular que acaparó la atención.
Se trató del final de la pasarela, el cual estuvo a cargo de la modelo inglesa Erin O’Connor, musa de los años 90.
La modelo cerró el desfile con un espectacular vestido largo en tono rosa con metros y metros y metros de tul.
Bajo el asombro de todos los presentes, una sorpresa se escondía bajo una de esas capas: la modelo inglesa está embarazada de ocho meses y nadie se pudo dar cuenta debido a las exageradas dimensiones de la propuesta.
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«Llevo una expresión de calma. También llevo la costura de @Schiaparelli con botas Converse. ¡¡Los sueños pueden hacerse realidad!!», escribió en su cuenta personal de Instagram.
Además, O’Connor desafiaba una vez más los cánones de la pasarela, llevando unas cómodas zapatillas Converse debajo del vestido para poder caminar de una manera más cómoda debido a su cercana maternidad. ¡Bravo, Schiaparelli!