La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y por ende, es preciso cuidarlo adecuadamente. No obstante, hay muchas cosas que no sabemos o que derechamente omitimos.
PUBLICIDAD
Es por eso que aquí te dejamos algunos de los errores más comunes que cometemos al cuidarnos la piel, de mano de la doctora Ariana Sánchez, Médico Especialista en Medicina Estética y Antiaging de Vitaclinic.

No retocar el protector solar
Existe la creencia errada de que durante los días nublados o al estar en un lugar cerrado, no estamos expuestos a luces ultravioletas que pueden afectarnos la piel. Pero los rayos UV se reflejan y son los que afectan sobre todo a las pieles más claras.
El espectro que cubren los protectores solares dura entre dos a tres horas, por lo tanto, es importante retocarlo más tarde.
No tener una adecuada rutina de limpieza por las noches
La ciudad tiene mucha contaminación y durante el día estamos en contacto con los gases que se emiten de la polución, por lo tanto, se acumulan impurezas en la piel. Es clave liberar toda esta suciedad de la piel, para que los poros estén despejados y las células de nuestra piel puedan tener un adecuado metabolismo.
Por lo tanto, es recomendable limpiar la piel con un agua micelar y siempre retirar el maquillaje antes de dormir.
L’Oréal ![]() |

No tomar suficiente agua en el día
Laa homeostasis es el equilibrio que se mantiene de líquidos en el cuerpo. Si una persona se deshidrata, no toma suficiente agua y abusa de sustancias como el alcohol y el café, su cuerpo no pondrá como prioridad mantener la piel hidratada. Solo mantendrá la homeostasis sanguínea, que es la más importante, por ende, la piel va a tender a ser más seca.
PUBLICIDAD
Es importante consumir entre dos a tres litros diarios de agua para poder mantener el equilibrio de los líquidos del cuerpo y así tener una piel más hidratada y evitar la formación de estrías.
Creer que al tomar sol nos bronceamos «por parte»
La piel es un órgano más del cuerpo y tenemos dos metros cuadrados de ella. Si te bronceas y quemas alguna zona, estás induciendo la hormona estimulante del melanocito. Si tienes tendencia a generar manchas, aumentas el riesgo de afectar partes sensibles, incluso si no expones el sol a esa zona.
No comer suficientes vegetales verdes
Los vegetales, frutas y frutos secos contienen micronutrientes como vitaminas y minerales que son importantes en la cadena de formación de colágeno, que es el que nos mantiene la piel bonita, rosada y turgente.
Si no comemos los suficientes vegetales, no habrá buena formación de colágeno y elastina y tendremos una piel opaca y seca.
No escoger una crema adecuada para las necesidades de cada piel
Es importante elegir adecuadamente las cremas y limpiadores de acuerdo a nuestro tipo de piel. Un error clásico es utilizar la crema corporal para el rostro, pues el pH de estos productos es muy ácido y puede aumentar problemas como la rosácea o el acné.
Lo recomendable es acudir a un médico o especialista que oriente e indique qué tipo de cremas debes usar para tu cuidado diario.

No dormir suficiente
Cuando no tenemos un sueño reparador, se desencadenan hormonas de estrés en el cuerpo, que desencadenan un aumento en los radicales libres, enemigos número uno de la juventud. Por ende, dormir poco llevará a una piel opaca y resaca, arrugándonos más.
Lo ideal es dormir de 6 a 8 horas para evitar este tipo de problemas.
Consejo extra: cuida tus pensamientos
Dicen que la mente es muy poderosa, y con justa razón: los pensamientos negativos estimulan hormonas y neurotransmisores de depresión, ansiedad y esto hará que no rindamos bien en el día a día. Es un círculo vicioso, y al nunca liberar las emociones negativas y aparentar que todo está bien, terminamos enfermando nuestro cuerpo.