Fiebre, mareos, náuseas y vómitos sintió Andrew Wardle días después de perder la virginidad con su novia Freda, con quien estrenó su pene biónico tras haber nacido sin genitales. El inglés, de 45 años, cayó en coma durante cinco días, en los que los médicos analizaron la relación entre su condición y el implante.
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Wardle se hizo famoso tras protagonizar un documental donde contaba al mundo sobre la peculiar malformación que sufría, conocida como extrofia vesical. Nacer sin órgano reproductor marcó dramáticamente su vida, incluso desde su nacimiento cuando fue dado en adopción por su familia biológica.
Jamás logró tener una vida social sencilla, comenzando por la escuela donde jamás se adaptó y a la hora de encontrar una pareja. De hecho, aseguró que intentó quitarse la vida en dos ocasiones.
Solución médica
Fueron los especialistas del Hospital Universitario de Londres quienes le regalaron a Andrew una nueva vida. Para colocarle el pene biónico debieron extraerle piel, músculos y nervios del brazo, una vena de una pierna y piel del glúteo.
Para alcanzar las erecciones le colocaron un depósito de agua salina en el abdomen que llena un cilindro insertado a lo largo del falo, y que se activa gracias a una bomba eléctrica ubicada en el escroto.
Luego de recuperarse de la operación, que costó 50.000 dólares, tuvo relaciones con su novia por primera vez, a quien durante años le dijo tenía un “microchip implantado en el riñón” que le impedía tener sexo.
Otra sorpresa
Según medios ingleses, Wardle habría declarado que “el sexo es increíble” tras el romántico encuentro. Pero antes había confesado que “lo más importante es integrarme a la sociedad”, pues “estoy ansioso por comenzar a disfrutar mi vida”.
Tras despertar del coma, los médicos le informaron que tuvo un problema en su vesícula biliar, que le fue retirada de inmediato. Descartaron alguna relación entre lo ocurrido y su novedoso implante.