No es su culpa: se supone que un diseñador no solo piensa en cuerpos esbeltos sino en cualquier forma corporal para diseñar un vestido apropiado. Pero esto no pasa en la industria de la moda y eso también lo sufren las celebridades. Eso se vio en los Globos de Oro.
A Chrissy Metz le pusieron un costal.
https://twitter.com/PopCrave/status/950157289285136384
Recomendados
Shakira domina el arte de los baggy pants y tenis como una diosa y así puedes imitar su...
Tatuajes inspirados en las fases lunares para conectar con tu intuición y feminidad
Moda: cómo combinar leggins con tenis para un look elegante y cómodo en la primavera a los 30
Y Kelly Clarkson fue un desastre.
There's nothing like seeing @kelly_clarkson (decked out in @CSiriano) fangirl over Meryl Streep😂💖 #GoldenGlobes pic.twitter.com/0c2YvgBocC
— Fashionista.com (@Fashionista_com) January 7, 2018
Las dos únicas que se salvaron, por lejos, fueron Octavia Spencer y Christina Hendricks.
https://twitter.com/likeakristen/status/950161815954182144
Atención, columnistas, ya ha llegado Christina Hendricks. #GoldenGlobes pic.twitter.com/xbXv4Bx6pY
— Vanity Fair España (@VanityFairSpain) January 8, 2018
Pero el problema viene de antes. De hecho, son varias famosas que sufren en alfombras rojas porque los diseñadores no las quieren vestir. Ashley Graham, la modelo de talla grande más famosa del planeta, no fue a la gala del MET hace dos años porque ningún diseñador pudo hacerle un vestido a tiempo.
Con Leslie Jones pasó el mismo calvario. Ella dijo que ningún diseñador le quería dar un vestido para la premiere de «Los Cazafantasmas». Christian Siriano le hizo un vestido y desde ahí ha sido su modisto de cabecera. En cambio, a Melissa McCarthy le tocó usar un vestido de la firma plus size Marina Rinaldi y luego crear la suya para las alfombras rojas. Y a Christina Hendricks, le pasó lo mismo que a Kim Kardashian: Nicola Formichetti, el famoso estilista, confesó que le costó encontrar ropa para ella.
Problema de diseño
«Hay 100 millones de mujeres de talla grande en Estados Unidos y en los últimos tres años, ellas han incrementado su gusto en ropa más que las mujeres flacas. Hay dinero para hacer acá ( de hecho gastaron 20.4 millones de dólares desde 2013″, pero muchos diseñadores, con mucho desdén, falta de imaginación o cobardía, simplemente rehúsan hacer ropa para ellas», explicaba Tim Gunn, de «Project Runway», en su ensayo viral del «Washington Post».
Y no solo es la cobardía, también es el desconocimiento. Muchos diseñadores no saben cómo abordar un cuerpo que se sale de los irreales estándares de la industria de la moda. «El problema es que muchos quieren vestir a las gordas para que se vean flacas, no para que se vean lindas. En cambio, lo que pasa con Octavia Spencer y Queen Latifah, es que ellas siempre salen bien vestidas porque no pretenden verse flacas. Ellas siempre lucen bien y conocen su cuerpo y no les da mostrar el cuerpo que tienen», explica a Nueva Mujer la bloguera de talla grande Laura Agudelo, «La Pesada de Moda». «Por hacerlo ver flaco a uno le ponen a uno cosas que no lo hacen ver favorable», explica.
Este es un gran problema de diseño en la industria de la moda a nivel mundial. Uno que, tontamente, ignora a las mujeres que se quisieran ver tan lindas como la flacas.