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Ya sea en aquellas estilo “Kardashian”; o los “new riches” de las azoteas del piso 50 a la hora del brunch comiendo Avocado Toast; en las cafeterías con pedidos poco light y ostentosos waffles para la foto del Instagram; o en mesas solitarias sin compañía mirando el celular, con un ice coffee orgánico o el famoso Chai Latte con leche de soya, etcétera, todos tienen un ítem en común: el bolso tipo bolsa del pan.
Es el típico bolsito de compras de color negro o crudo, simple o con algún estampado, básico, a medio terminar y nada especial a modo de diseño, pero con algún detalle que puede ser significativo. Se contrapone al bolso de la temporada o la cartera de mano; todo se reduce a un solo bolso, “la bolsa del pan”, como un obssesed.
Muchas mujeres –y toneladas de hombres– han optado por este bolso, que si lo pensamos bien, al no tener comparación con los bolsos de la temporada lo aleja de esa categoría, haciéndonos descansar de la tortura de quererlos todos o no saber cuál usar o comprar.
No es que sea el bolso la gran tendencia; es cómo lo logres llevar. Siempre acompañado de looks súper limpios, white sneakers que lucen como nuevas, blusas con aires japoneses, una paleta más lúgubre de grises, blancos, azules y negros.
“Be nice with people”, Boston, New York, Tokio o Londres, polka dots, o alguna marca, son los estampados más típicos de este bolso simple al que todos podemos acceder.
Ya sabes. Un buen par de zapatillas, un ice coffee bien cargado para despertar con estilo y tu bolsa del pan súper cool será el vamos de una mañana cualquiera para ir al trabajo, a estudiar o sólo a caminar y disfrutar, siguiendo la inspiración de la manzana brillante de los EE.UU. que tanto nos hace soñar.