Una buena rutina de maquillaje merece una buena rutina de limpieza. Generalmente es en la noche cuando más cuidado debemos tener con nuestra piel por todo ese maquillaje cargado que usamos para salir.
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Por eso, antes de dormir nuestra piel debe quedar perfectamente libre de cualquier impureza, para poder darle un merecido descanso y protegerla de todos los gérmenes del ambiente.
Date tiempo
Primero que nada, debes ser consciente que una limpieza profunda te tomará por lo menos 15 minutos. Trata de hacerlo todos los días.
Quita excesos
Lo que me funciona muy bien, es empezar con un algodón remojado en agua de rosas para quitar el excedente de maquillaje. Utiliza dos rueditas de algodón en ojos, rostro y cuello.
Lava tu cara
A continuación, lava tu cara con agua tibia para abrir tus poros. De preferencia no utilices jabón, porque puedes irritarla, o asegúrate de utilizar el adecuado según tu tipo de piel.
Retira lo último
En este paso, el aceite de coco es mi favorito. Con las yemas de los dedos, froto muy suavemente mis pestañas para retirar la mascara y el delineador. Hazlo así hasta que tu algodón salga limpio.
Limpieza profunda
Con una loción astringente, sin alcohol y especial para tu tipo de piel, da pequeños toques en tu rostro y cuello para retirar lo que se queda debajo de las primeras capas de piel y cerrar tus ojos
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Crema hidratante
Por último, aplica una crema hidratante para que tu rostro descanse finalmente.
Es muy importante que sepas que las almohadas y la toalla con la que secas tu cara, acumulan bacterias que dañan la piel de tu cara. Procura mantener siempre una toalla independiente para tu rostro y lavar muy bien tus almohadas cada semana.