El lápiz labial y su uso es algo que está totalmente instaurado en los conceptos de belleza modernos. Su presencia es tan natural, que no nos sorprendemos al ver a mujeres con sus labios rojos o rosados caminando por la calle.
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Pero, ¿usar colores en los labios es algo totalmente obvio o lógico? Si lo pensamos de esa forma, casi nada de lo que aplicamos en nuestro rostro es totalmente natural. Aparte del agua pura con la que nos lavamos, todas las cosas que usamos son hechas por procesos químicos.
Podríamos pensar que para las mujeres de la prehistoria, la idea de usar algo en el rostro para cambiarlo o embellecerlo era algo totalmente ajeno. Sin embargo, no lo era del todo.

Registros históricos comprueban que, incluso en la prehistoria, las mujeres ya sentían la necesidad de sentirse atractivas y aplicaban “maquillajes rústicos” hechos a base de arcilla, grasa animal y hierbas, y lo usaban en sus labios y mejillas.
La razón por la que lo hacían era para diferenciarse de las otras mujeres y para que el hombre dominante las tomara en cuenta para poder reproducirse. El color en los labios era un signo de salud y fertilidad, y mientras más rojos éstos fueran, más posibilidades había de llamar la atención.
Hace 5000 años en la antigua Mesopotamia, las mujeres también fabricaban su propio lápiz labial y era un producto sumamente lujoso ya que se hacía a partir de piedras semi-preciosas trituradas.

Los principales registros del uso del lápiz labial corresponden al Imperio Romano y Egipicio. Las egipcias fabricaban sus lápices labiales con el extracto de las algas rojas y Cleopatra lo hacía con hormigas y escarabajos carmín triturados, de ahí el dicho “labios color carmín“.
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El lápiz labial que conocemos ahora lo creó el inventor estadounidense Maurice Levy en 1915, el que al igual que el actual, era una barra deslizable con color, el que llamó “Levy Tube“.
De ahí en adelante, miles y miles de personas comenzaron a ver en el lápiz labial una oportunidad de negocio y pensaron en distintas fórmulas, tamaños, colores y olores para darle a la barra labial, hasta llegar a los que tenemos en el mercado actualmente.