Hay que aceptarlo. No todas somos estilistas profesionales, y a veces nos equivocamos al elegir el maquillaje perfecto. Hay algunos hábitos de belleza que en vez de hacernos lucir más frescas, hacen que nos veamos mayores de lo que en realidad somos.
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A cierta edad —esa etapa extraña en que no éramos ni niñas ni mujeres— verse mayor era algo deseado. Queríamos que los chicos más grandes se fijaran en nosotras y que nos consideraran atractivas.
Sin embargo, cuando llegamos a los 25 años, lo único que no queremos es que alguien crea que tenemos 28 o 30. La forma en que nos maquillamos muchas veces puede determinar qué tan joven nos vemos a los ojos del resto.
Es cierto que después de pasar una mala noche de sueño, no podemos imaginarnos presentádonos en el trabajo con unas ojeras que nos llegan hasta el suelo.
Usar algunos trucos de maquillaje para disimular aquellas cosas que nos incomodan es algo muy útil, pero también es importante prestar atención a la forma en que lo hacemos y en las elecciones que tomamos a la hora de embellecernos.
Abusar de la base de maquillaje
Según Women´s Health Magazine, usar mucha base o alguna que no sea correcta para tu tipo de piel, puede hacer que te veas mayor. Mientras más capas de este producto ocupemos, más son las posibilidades de que se marquen las líneas de expresión o las pequeñas arruguitas.
Aplicar mucho de todo
Los excesos hacen que todo se note demasiado. Si quieres resaltar algo que te gusta de tu rostro, elige sólo una cosa a la vez. Aplicar mucho maquillaje hace que perdamos la naturalidad y frescura propias de todo rostro joven.
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Depilar mucho las cejas
A medida que vamos envejeciendo, el cabello y los vellos del cuerpo se debilitan. Es común ver a señoras mayores con cejas delgadas, pero si eres joven aún, déjalas tranquilas y no las depiles en exceso.
Basarse en tendencias de maquillaje pasadas
Es cierto que las modas siempre vuelven y que actualmente muchas de nosotras nos vestimos al estilo de los 80´o 90´. Sin embargo, hay que tener cuidado si queremos replicar las tendencias del pasado; muchas eran recargadas y sólo funcionaban porque todos se maquillaban de la misma manera.
