Los dormitorios son lugares que deben transmitir una vibra de relajo y descanso, porque es el lugar que tenemos para recargar nuestras energías diarias. Un detalle muy importante para generar este ambiente es la elección de colores.
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Los más apropiados son los tonos neutros: crema, pasteles y colores tierra, especialmente el marrón, que ayuda a eliminar el cansancio físico y emocional. Los colores intensos y brillantes alteran mucho las energías, mientras que el rosa y el violeta pastel ayudan mucho en la conciliación del sueño.
Los tonos intensos incitan a la actividad y agresividad, por lo tanto, alterarán los estados de ánimo. Es mejor optar por colores suaves.
En el caso de las habitaciones de los niños y cuartos de bebé, también se recomienda blanco o tonos pasteles, aunque se deben añadir toques de colores intensos, para la estimulación de los pequeños. Además, esto ayudará a que se sienta más protegido, pues todo blanco y neutro le entregará una sensación abandono.
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Finalmente, también ten en consideración el tamaño de la habitación. Si es grande, puedes utilizar algunos tonos mas fuertes, pero si es pequeño, lo mejor es que te ajustes a los colores suaves.
