Todas hemos sido víctimas de los tan molestos brotes de acné en nuestro cutis (aún después de la adolescencia). Y si bien alimentación es una parte importante de la salud cutánea, a veces pareciera no ser el único punto a tratar.
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Así que aquí les traigo una mascarilla buenísima contra el acné que tiene el único pero de no oler a rosas y, sin embargo, sí tiene la propiedad de ser útil para ambos acné cerrado (o puntos negros) y acné abierto (o barritos).
Lo que necesitamos será:
- 1 cebolla
- 1 taza de harina de avena natural, no endulzada
- Miel
Para hacerla lo que haremos es:
- Pelar la cebolla y triturarla hasta que tenga concistencia de puré.
- Cocinar la mitad de la taza de harina de avena natual, dejar que se enfíe y añadirle el puré de la cebolla.
- Agregar un poco de miel para que tenga un grosor que pueda permanecer en tu rostro.
- Dejar que la masa se enfríe y colocarla en el rostro después durante unos 15 minutos.
- Enjuagar lentamente el rostro y lavarlo.
- Guardar el refrigerador la mascarilla. (Tiene una caducidad de aproximadamente 7 días.)
Y listo. (Este proceso de preferencia deberá repetirse cada semana, o 3 veces por semana para obtener los resultados esperados.)
Muy pronto tendrán un rostro envidiable sin rastros de acné si lo complementan con una dieta balanceada en la que ingieran altas cantidades de verduras, antioxidantes y agua: estas 3 sustancias logran que la piel tenga un sano proceso de almacenar y expulsar toda sustancia que llega a la misma.