
Decidirse por uno u otro salón de belleza no es una cuestión de azar. Debemos analizar algunas variables a la hora de confiar nuestro look al estilista. No podemos negar que a lo largo de nuestro historial de peluquerías nos hemos encontrado con lugares desastrosos de los cuales generalmente salimos despeinadas.
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Tu conocimiento y análisis del salón comienza desde el momento que llamas para pedir una hora. Lo ideal es que te atiendan como corresponde, respondan todas tu dudas y te faciliten en lo que más puedan la futura visita al local.
Después cuando llegues fíjate en la limpieza esta es sinónimo de organización y prolijidad profesional. Si todo está limpio quiere decir que están preocupados de dar una buena atención al cliente y no sólo en el tema de la limpieza si no en todos los ámbitos que esto conlleva.
El personal debe tener una actitud profesional tanto en el trato como en la vestimenta, de esta manera te aseguras que en el salón se preocupan de los trabajadores están capacitados para atender tus necesidades.
Observar cómo te reciben es parte fundamental ya que es un reflejo de la preocupación que tendrán con el look que quieres conseguir. A veces al entrar en algunos salones los estilistas están más preocupados de sus chismes antes que de ti y esto se verá repetido a la hora de hacer el trabajo con tu cabello, probablemente no escuchará tus dudas e inseguridades propias de un cambio de peinado o corte.
Si el salón que al que asististe cumple con estas básicas pruebas de atención te aseguramos que te convertirás en su cliente frecuente. Y si a esto sumamos alguna consulta de cabello gratis o sugerencias a tu tipo de pelo mucho mejor. Buena suerte en tu búsqueda.
¡Cuéntanos tu experiencia!