A pesar de haber cientos de sustitutos en el mercado, la leche materna es el principal y mejor alimento para bebés. La Organización Mundial de la Salud recomienda incluso extender el periodo de lactancia hasta los dos años, a los seis meses se comienza a complementar con alimentos sólidos.
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Investigaciones científicas han arrojado como resultado que los bebés no maman solo cuando tienen hambre, también lo hacen por estos motivos:
Disminuye la sed
La leche materna está compuesta en un 80% por agua. Esto genera que cada vez que el bebé comienza a mamar pueda saciar su sed, pues la «leche grasosa» solo sale al final de la toma.
Regula el sueño
El contacto con la piel de la madre, el latido del corazón y el esfuerzo que se produce al succionar, genera que el bebé logre calmar sus ansias y pueda dormir sin grandes dificultades.
Alimento emocional
El bebé pasó al menos 9 meses en el vientre de su madre, donde no había ninguna necesidad que cubrir. Pues en él tenía el calor necesario, la comida justa, la temperatura y la seguridad necesaria para desarrollarse. Todo ese escenario cambia una vez que comienza la vida fuera del vientre y de pronto necesita calor, comida y abrigo.
El bebé no solo toma pecho cuando tiene hambre, también lo hace cuando: siente miedo, se angustia, tiene sed, necesita dormir, tiene nostalgia del útero y su seguridad, para no sentirse solo entre otros motivos.