Maternidad

Indigna la censura de Facebook a la vida

Y es que cada cierto tiempo la red soscial sigue cerrando cuentas de personas por tener imágenes de mujeres amamantando o pariendo.

Estoy molesta, y la verdad es que ya me aburre que cada cierto tiempo a algunas de mis amigas en Facebook les cierren sus cuentas por tener imágenes de mujeres amamantando o pariendo. Me aburre e indigna que se siga queriendo negar una situación natural, propia de nuestra especie mamífera humana.

Ahora último Facebook censuró a la Fundación Camino Claro. Liliana Castro, directora de la fundación y profesional seria en temas de salud mental y vincular, a quien ya considero una amiga, escribió lo siguiente y que a mí parecer hay que destacar: Link.

Comparto mi historia de censura por parte de FB, la que ocurrió hace más de dos años. Es hora de terminar con la censura a la vida. (Este texto lo pueden encontrar también en tenemostetas.com, blog imprescindible.)

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Desde mucho antes de que Facebook llamara mi atención, me he ocupado profesionalmente de la Psicología Clínica y sus teorías en relación al Apego y las diversas corrientes que convergen en este tema, y que resultan ser los factores intervinientes en la gestación de cómo debe ser la relación entre padres e hijos: saludable, estable, cálida, teñida por la contención hacia el hijo o hija. Es decir, nutritiva en todo el sentido de la palabra.

Un día me veo evidentemente seducida por esta plataforma electrónica que es Facebook, que me permitiría proporcionar y obtener información respecto a mis temas de interés, además de establecer relaciones intelectuales con personas que de igual manera se vieran interesadas por el abordaje, la reflexión, el cuestionamiento y la demanda del saber de lo que está relacionado con el área del desarrollo humano –que, por cierto- nos compete a todos los seres vivos.

Así comienza mi andanza. Abro una cuenta, clickeo “acepto las condiciones” sin leer… confiando en que soy una persona y una profesional responsable que usaría este lugar para publicar notas, fotos, contactar amigos, difundir opinión e intercambiar documentos científicos.

¿Cuándo se inicia la debacle?

Hace unos meses se levanta en Facebook la campaña CONTRA LA VIOLENCIA INFANTIL, solicitando que cambiáramos las fotos de perfil por fotos de “dibujos animados”. Decido subir la “polémica” foto, ya que en la actualidad muchos dibujos animados son de corte más bien violento y porque veo que muchos adultos usan la televisión como mero distractor, para mantener la atención de los niños; evitándose de este modo, mantener relaciones afectivas a través del juego, la conversación, el estudio, las horas de comer, etc. No es mi interés fomentar y reforzar con los programas de TV una “baby sitter” de tiempo completo.

Por esta única y exclusiva razón, subí una fotografía donde aparezco amamantando a mi hijo menor, cuando tenía 4 meses. ¿Por qué esa foto? Porque buscando qué fotografía escoger, la encontré y me pareció preciosa. Es una fotografía tomada espontáneamente por mi hija mayor. Decidí subir esa fotografía porque es un vínculo real, una unión entre dos seres que son capaces de proporcionarse una infinidad de sensaciones y emociones, una conducta inherente a la especie humana y a otras especies animales; una conducta universal, filogenética, protectora de la salud física y emocional de los seres humanos. Es decir, todo lo contrario a “violencia”. Me pareció una fotografía perfecta para la campaña contra la violencia infantil.

Mantuve la foto en mi perfil como un acto de consecuencia entre lo que creo, estudio y comparto con otros a través de mi muro de FB: opinión, investigaciones en neurociencias, artículos que escribo para revistas, videos y fotografías que actúan como apoyo audiovisual para esos documentos, y notas que he conseguido intercambiar con distintos profesionales de la salud –nacionales e internacionales-: pediatras, matronas, enfermeras, psicólogos, psiquiatras, neurólogos, biólogos, doulas, periodistas, sociólogos, antropólogos, madres, padres y futuros padres.

Este material forma parte de mi trabajo, que es serio, profesional, con responsabilidad, respeto y cariño hacia los muchos padres y/o cuidadores que se ven en algún momento necesitados de asistencia a la hora de criar y cuidar a un niño.

Mi profesión (Psicóloga Clínica) me ha permitido conocer desde el conflicto de los adultos (Psicoterapeuta de Adultos) una serie de carencias de la infancia que se ven repetidas en las edades adultas. Muchos de esos conflictos se repiten con los hijos.

Es por ello que paralelamente me vi en la necesidad de agudizar y profundizar mis estudios en la patología perinatal, embarazo, lactancia, apego, crianza… en definitiva: los VÍNCULOS –origen, mantención, calidad, patología, etc.-. Y como todo vuelve al origen, las investigaciones van concluyendo la enorme importancia de la primera relación vincular con el que nutre –frecuentemente la madre-, quien nace dotada genéticamente para desplegar sus funciones maternas de cuidado y nutrición a través de su leche.

La madre, entonces, sintoniza con las necesidades de su hijo, proporcionándole satisfacción lo antes posible. De esta manera se va estableciendo el vínculo de apego, base tanto de sanidad como de patología. Hecho objetivado es que la lactancia es el alimento promocionado por la OMS, UNICEF y AAP, ya que ofrece recursos inmunológicos a los lactantes, entre otros muchos beneficios.

Por estas razones apoyo desde lo personal y profesional al Movimiento Ciudadano por un Post Natal 6 meses: por el derecho universal de todo recién nacido a recibir el mejor alimento y el mejor cuidado, en la mayoría de los casos: la madre y su leche.

En fin, el 31 de enero publico en mi muro que me voy de vacaciones –como es costumbre- durante febrero. Ese mismo día FB me envía un “WARNING” (advertencia) que constato algunos días después:

“Hello,

Has cargado una foto que incumple nuestras Condiciones de uso, por lo que ha sido eliminada. En Facebook no estén permitidas las fotos que atacan a un individuo o un colectivo, o bien que muestran desnudos, consumo de drogas, violencia o cualquier otro elemento que incumple nuestras Condiciones de uso. El objetivo de estas políticas es garantizar que Facebook sea un entorno seguro y de confianza para todos los usuarios, incluidos los muchos menores de edad que lo usan.

Si tienes preguntas, visita la siguiente página de preguntas frecuentes

Estoy completamente de acuerdo con que FB censure imágenes y contenidos que aludan a: abuso de drogas, violencia y pornografía. Recordemos que es una red social para mayores de 13 años, y que evidentemente cada uno escribe desde lo que su contexto le moviliza y otros lo leerán desde su lugar personal en donde subjetividades darán el tinte a la interpretación.

Me he preguntado mucho después de esto: ¿a quién le puede molestar una foto de una mujer amantando, en una página donde se publica contenido revisado, reflexiones referentes al apego hechas desde la profesionalidad y avances en neurociencia en relación con los vínculos y la crianza?

Tengo algunas hipótesis:

Recordemos que sólo hace 60 años se inventó la leche de fórmula o de “tarro”. Antes de eso, todos los bebés o guaguas eran amamantados por sus madres o, en el caso de la clase social alta, eran amamantados por nodrizas.

1.  A algunos de mis “amigos” de FB no les gustó mi foto y/o contenido y me denunciaron, teniendo la opción de simplemente cancelar mi amistad.

2. A algunos les pudo molestar que citara a personas que ocupan cargos de poder en el Gobierno, diciendo cosas que carecen de absoluta veracidad, como por ejemplo: “hay mujeres que no pueden dar pecho”, o que “postnatal de 6 meses afectaría la empleabilidad de la mujer”, o el video donde el Presidente Piñera aparece prometiendo post natal de 6 meses. O afirmando que Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad ha cometido errores metodológicos en la instalación del problema, como bien lo explica el economista Dante Contreras. Esas citas fueron acompañadas de argumentos científicos que desmienten lo citado.

3. A otros de mis amigos de FB les pudo molestar que mostrara con documentos científicos que el apego es una conducta humana, básica, biológica, que muestra la necesidad de todo recién nacido de encontrar una figura significativa, ojalá la mamá, quien otorga seguridad y satisfacción de sus necesidades físicas y emocionales.

Estamos atravesando una crisis profunda en relación a los vínculos y los afectos; y para algunos puede resultar molesto o angustiante detenerse a pensar y a tomar contacto con eso esencial que hemos ido perdiendo -los vínculos de amor-, al entregarnos con pasión al sistema laboral.

Nos está costando entregarnos a relaciones absolutas y demandantes, como es la relación entre una madre y el recién nacido hambriento de leche y brazos permanentes, que requiere de entrega las 24 horas y de pérdida de libertad. Sí, amamantar, respetando los ritmos de crecimiento del lactante, quita libertad y atenta contra la identidad que se ha logrado a través del trabajo, los estudios, logros económicos y éxitos.

Durante el puerperio, hoy más que nunca la mujer está sola, en la noche, angustiada y con deseos urgentes de volver al computador, que es rápido y no llora.

Muchas hemos sido fácilmente engañadas por la propaganda comercial de leches de fórmula que prometen niños sanos, lindos e inteligentes. Otras tantas no toleramos el tremendo cambio corporal que implica el postparto, y otras, frente a las grietas o dolores, decidimos cortar la leche… sólo porque ahí faltó especial contención.

La mujer de hoy vive un puerperio sola y tremendamente exigida por la imagen de esa mujer “modelo”. Algunas mujeres se deben sentir “culpables” cuando otras tantas logran lactancias prolongadas. Una va entendiendo que la lactancia y la crianza afectuosas, respetuosas de los tiempos y maduración del hijo, pueden molestar a muchos.

Lamentablemente, de esto poco se habla. La maternidad, en estos tiempos que “corren” es invisible a los ojos de nuestra sociedad. Por lo tanto es frecuente encontrarse con una mujer sin comunidad en la cual pueda confiar, para desplegar con calma y confianza su poder femenino. En cambio, está angustiada, sola, atravesando el puerperio. Cualquiera querría arrancar.

4. A otros les puede molestar que se hable tanto de lactancia, conducta universal, gratuita e igualitaria. Con ella gana el hijo y la madre. Recordemos que una mujer que amamanta prolongadamente disminuye drásticamente la posibilidad de desarrollar cáncer mamario, de ovarios, osteoporosis y depresión postparto.

Hoy las mujeres más cultas, las que leen, las que tienen acceso a internet, dan más pecho que antes y dan más que las clases “bajas”. ¿Por qué? Porque antes se entendió que dar leche era de “pobres” y ahora las madres pobres creen que dar leche de tarro es símbolo de niños gorditos, felices y elegantes.

Como decía, con la lactancia gana el hijo, la madre y el vínculo, teniendo niños más sanos y seguros de sí mismos, más inteligentes, lo que les ayudará a ser sujetos y no objetos del sistema. Una mujer que logra una lactancia extensa se empodera, confía en su cuerpo y en ese instinto que -tanto le han vendido- las hembras humanas no tenemos. Mientras más amparado de niño, menos consumista de adulto. Esto ¿es riesgoso? ¿Atenta? ¿Contra quién?

5. A otros les pudo molestar el hecho de que la crianza cercana, afectuosa o -como algunos le llaman- “ecológica”, no requiera de instrumentos, coches, mamaderas, chupetes, sillas para comer, cunas sofisticadas, juguetes caros…

La crianza con afecto es una crianza que tiene 3 variables como ejes fundamentales: colecho, lactancia y brazos. Tres conductas que son instintivas, pero que se fueron reemplazando en la medida que a los innovadores y a los vendedores se les ocurriera la idea de que, a mayor cantidad de artefactos, mayor “estimulación”.

6. Otros se pudieron haber molestado con mi apoyo, como profesional de espaciocrianza, al Movimiento Ciudadano por un Postnatal de 6 meses. Ofreciendo, junto a mis colegas de espaciocrianza, un extenso documento que presentamos a la Comisión de Gobierno, Mujer, Trabajo y Maternidad, ya que en ella no tuvieron a bien invitar a ningún experto en infancia temprana.

7. Y finalmente, están los misóginos y moralistas, que encontraron en mi foto y en los videos de apoyo a los documentos científicos imágenes obscenas, violentas o semejantes a abuso de drogas. O que encontraron la posibilidad de reedición de sus conflictos primarios en la relación con su propia madre o figura significativa. O los que ya están en extremo empapados por el discurso patriarcal y que encuentran que un pecho de mujer solo se constituye en tanto sea objeto de satisfacción sexual.

Es cierto que pude haber resuelto la clausura de mi FB de manera silenciosa. Sin embargo, opté conscientemente por aprovechar el cierre de una ventana para abrir otra, y poder explicar eso que antes fue obvio y natural, ya que hoy nos hemos insensibilizado y adaptado como si nada a lo que el mercado nos ofrece.

Sólo a algunos se les puede ocurrir que la foto de una madre amamantando pueda ser “obscena”, porque no hay ternura y entrega más grande en este hecho tan humano, tan natural, que muestra eso intangible que es el apego madre-hijo. El apego se siente, no se puede describir con palabras, y es en ese momento cuando el recién nacido desarrolla para siempre ese vínculo sólido con la madre; y a través y a partir de ella, con la vida y con la humanidad.

Lamentablemente, estamos viviendo en una sociedad altamente “enferma de consumismo”, una ilusión por llenar ese vacío que ha quedado… Vivimos en un sistema donde todo se valora por su rentabilidad, por el valor monetario, y ¿cómo se valoriza “el apego”? Éste no tiene precio, es incalculable porque significa vida, vida sana. Ahí es donde se descolocan algunos. Esos valores externos al mercado que no se encuentran en la oferta-demanda, y que son los que al fin y al cabo nos hacen humanos.

Debido a todas estas “confusiones”, a las cuales la postmodernidad ha sometido a sociedades y personas, es que hoy tenemos cada vez más violencia, más desamor, más incomprensión, más conductas reprochables y por ende, más soledad.

En los 70’s y 80’s la mujer conquistó calles, universidades, métodos anticonceptivos, pero esa conquista tuvo de pérdida también: “el saber intuitivo del ser madre”, y han quedado algunos heridos: nuestros hijos que son cuidados por terceros, mientras los hijos de esos terceros quedan al cuidado de cuartos, perpetuando los ciclos de abandono.

Y sí, es verdad, lo hice público con la intención de poner la lactancia y la crianza con apego en boca de todos. Se trata de salud: sólo los seres humanos carentes de apego, miradas, palabras, brazos, leche, respeto, entrega, cariño, se convierten en grandes consumidores… de todo tipo de sustancias. FB me abrió la oportunidad de poder hablar de eso que sé desde el corazón y la razón: la salud.

La conducta de algunos usuarios de FB al denunciar fotografías de lactancia materna y la del propio FB al censurarlas es anticientífica, errónea, negadora de nuestra natural condición mamífera (hay antecedentes de cierres de otras cuentas por imágenes de madres amamantando) y de difamación hacia mi persona. Mi fotografía y el contenido de mi FB está lejos de ser un acto obsceno o que se asemeje a imágenes violentas, sino ¡justamente lo contrario!

FB reactivó mi cuenta, luego de unos días en que la prensa de todo el mundo se encargó de mostrar la noticia. Pero todavía me pide que me abstenga de publicar contenido “sexual” y de contactar y molestar a desconocidos. Lamenta los inconvenientes y espera que colabore con el asunto.

Yo espero que FB y sus genios, que sin duda lo son, modifiquen el censor de desnudos obscenos e imágenes violentas, porque la confusión aparentemente inofensiva contra estas imágenes, es síntoma de una grave confusión de conceptos.

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