La historia de Jeong Hyowon, un joven de 26 años que falleció tras trabajar jornadas excesivas, ha causado conmoción en Corea del Sur y en redes sociales a nivel mundial.
El joven se desempeñaba como supervisor en la cadena de panaderías London Bagel Museum, una de las más populares del país. De acuerdo con el medio Koreatimes, trabajaba hasta 80 horas semanales, superando el límite legal de 52 horas que establece la legislación laboral surcoreana.
Jornadas extenuantes
Según el Partido de la Justicia de Corea del Sur, cinco días antes de su muerte Jeong laboró 21 horas continuas. El último día antes de ser hallado sin vida, ingresó a las 9:00 de la mañana y salió pasada la medianoche.
“Un exceso de trabajo crónico combinado con un exceso de trabajo agudo pudo haber provocado su muerte”, señaló un vocero del partido en un comunicado.
La autopsia confirmó que el joven no tenía condiciones médicas preexistentes, lo que reforzó la hipótesis de que falleció a causa de agotamiento extremo.
El contrato laboral de Jeong incluía 14 horas extras por semana, lo que ya violaba el límite máximo legal. Su familia ha iniciado una demanda contra la empresa, solicitando una indemnización por lesiones laborales.
“Me salté la cena”: el último mensaje
Entre los últimos mensajes que Jeong envió a su pareja se evidencian los efectos del agotamiento físico y mental.
“Perdón por no poder escribir. Había tanto movimiento en la tienda que ni me di cuenta de que me salté la cena”, fue su último mensaje, según reveló Koreatimes.
Los usuarios en redes sociales expresaron su indignación y solidaridad con la familia, y exigieron a las autoridades una investigación sobre las condiciones laborales en el sector gastronómico.
La respuesta de la empresa
Por su parte, London Bagel Museum emitió un comunicado en el que evadió responsabilidad directa, alegando que sus empleados “deciden si trabajar horas extras”.
“Debido a un error en el dispositivo de huella dactilar, no es posible confirmar el registro de trabajo real del fallecido. Sin embargo, los compañeros laboraron por encima de las horas normales”, escribió la empresa en Instagram.
La cadena, que abrió su primera tienda en Seúl en 2021 y actualmente cuenta con siete locales, aseguró que revisará sus políticas internas para evitar que hechos similares se repitan.
El caso ha reavivado el debate sobre el “karoshi”, término japonés adoptado también en Corea del Sur para describir la muerte por exceso de trabajo, un fenómeno que continúa afectando a cientos de empleados jóvenes en Asia.

