Cuando tienes prisa, el microondas parece ¡la vara mágica al alcance de la mano! Pero no todo lo que entra sale indemne. Algunos alimentos comunes, al ser calentados allí, pueden producir explosiones, liberar sustancias dañinas, quemaduras, o favorecer proliferaciones bacterianas. Aquí te cuento siete de ellos, qué puede pasar y cómo cuidarte mejor.
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1. Huevo (con cáscara o duro)
Dentro del huevo hay agua (incluso tras cocido). Al calentar, ese líquido se convierte en vapor, pero la cáscara o la estructura interna no deja que escape con facilidad. Esto genera una presión interna creciente hasta que el huevo “explota”.
Riesgos para la salud
- Quemaduras severas si la explosión ocurre al sacarlo o abrir la puerta.
- Salpicaduras calientes que pueden alcanzar ojos, cara o manos.
- En casos extremos se ha reportado daño auditivo por la presión explosiva.

2. Pimientos picantes / chiles
Al calentarse, los compuestos picantes como la capsaicina se volatilizan y se liberan al aire interior del microondas. Al abrir la puerta, esos vapores pueden salir y causar irritación extrema en ojos, nariz y garganta — algo similar a un rociado de pimienta.
Riesgos para la salud
- Irritación ocular intensa, lagrimeo, ardor.
- Tos, escozor de garganta, dificultad respiratoria leve.
- Malestar general, especialmente en personas sensibles.
- El aire interior del microondas queda impregnado de esos compuestos pungentes, afectando otros alimentos calentados después.

3. Líquidos: agua, té o café solos
Cuando calientas agua pura en un recipiente muy liso y sin “impurezas” (como azúcar, café, una cuchara), puedes exceder el punto de ebullición sin que se formen burbujas, fenómeno llamado supercalentamiento. Al mover o introducir algo, puede “explotar” de golpe y volcarse violentamente.
Riesgos para la salud
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Quemaduras graves en cara y manos si el líquido sale expulsado.
El fenómeno es más peligroso si estás muy cerca.

4. Pan entero sin perforar (o papas tipo “papas enteras” sin pinchar)
Al calentar un pan entero o una papa entera sin hacer agujeros, el vapor acumulado dentro no encuentra salida. Esto provoca presión interna que puede llevar a explosiones o estallidos.
Riesgos para la salud
- Quemaduras por fragmentos calientes proyectados.
- Puntos internos que no se calientan bien, favoreciendo bacterias (porque no alcanza temperatura segura en todo el alimento).

5. Leche materna o fórmula (y líquidos con grasa)
El microondas calienta de forma desigual. En un biberón o recipiente, puedes tener “puntos calientes” que queman la boca o garganta del bebé. Además, el líquido graso absorbe el calor de forma distinta.
Riesgos para la salud
- Quemaduras internas en el bebé al darle leche con zonas demasiado calientes.
- Alteración del valor nutricional si se calienta demasiado rápido o en exceso.

6. Plásticos no aptos / envases desechables / vasos de espuma (icopor / poliestireno expandido)
Muchos plásticos contienen aditivos (BPA, ftalatos, otros) que al calentarse pueden migrar al alimento. En el caso del icopor (espuma de poliestireno), el calor puede derretirlo o liberar estireno, que es potencialmente carcinogénico.
Aunque algunos envases indican “microwave-safe”, esa etiqueta solo garantiza que no se derritan fácilmente, no que sean completamente inocuos.
Riesgos para la salud
Ingestión de químicos tóxicos que pueden ser disruptores hormonales, cancerígenos o afectar órganos con el tiempo.
Partículas plásticas microscópicas (microplásticos) incorporadas a la comida.

7. Uvas (o pequeños frutos redondos)
Cuando dos uvas (o una cortada) se colocan cerca, generan un campo electromagnético muy concentrado en ese pequeño espacio, lo que puede formar plasmas (chispas) y fuego local dentro del microondas.
Riesgos para la salud
- Riesgo de incendio dentro del microondas.
- Peligro de daño al aparato.
- Posible lesión si saltan chispas calientes hacia fuera.

Cómo manejar estos alimentos con seguridad
Pincha o corta alimentos con cáscara o membranas (como papas o salchichas).
No confíes en “microwave-safe” plásticos sin antes revisar que estén certificados y en buen estado.
Añade cucharas de madera o elementos no metálicos en líquidos para evitar supercalentamiento.
Usa recipientes de vidrio, cerámica o Pyrex certificados para microondas.
Calienta en intervalos cortos y remueve para distribuir temperatura.
Ventila bien el microondas tras calentar pimientos u otros alimentos que puedan liberar vapores irritantes.