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Descubre el Diseño Humano con Ana Votruba y la revolucionaria lección para escucharte a ti misma

Entrar en el mundo del “coaching” con Ana Votruba es un viaje de autodescubrimiento. Concluyes que la clave para una vida más alineada no está solo en lo que piensas, sino en lo que sientes, y que el cuerpo tiene su propia brújula para guiarte.

Annie Votruba
Annie Votruba

Siempre he creído que la vida se trata de escuchar a la intuición. Pero en una de mis últimas entrevistas fui parte de una sesión, con la coach transformacional Annie Votruba, y me di cuenta de que hay una forma de sabiduría mucho más profunda, una que no viene de los pensamientos, sino de las entrañas.

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Con su energía directa y su profunda experiencia, Annie me guió a través de un concepto que redefinió por completo mi forma de ver las decisiones y el bienestar. Fue una de esas revelaciones que te cambian el chip.

Annie Votruba
Annie Votruba

Para comenzar, tras una conversación interesante sobre una duda muy común: la diferencia entre un psicólogo y un coach. Annie, con la claridad que la caracteriza, lo resumió perfectamente: “El coach trabaja bajo objetivos, primero. Y segundo, la terapia es más práctica, porque al final siempre vas a tener un plan de acción”.

Con más de 1.500 horas de sesión y 300 clientes, su método te hará sentir como una brújula práctica. Y lo más impactante que me reveló fue su convicción de que, aunque a veces creamos lo contrario, “la gente siempre sabe lo que requiere trabajar”.

Explica que una de las herramientas más poderosas que usa es el Diseño Humano, que se centra en una “respuesta sacral”. Confieso que al principio me sonó a un concepto muy abstracto, pero me lo explicó con una sencillez asombrosa. Se trata de esa voz interna que nos dice “sí” o “no” y que, según ella, no es una respuesta mental, sino física.

El Diseño Humano se basa en tres pilares y uno de ellos es el amor propio, porque la realidad es que no podemos amar eso que no conocemos. Pero, ¿cuál es la clave aquí? No podemos amar algo en lo que no confiamos. Y nosotros, la mayor parte del tiempo, no confiamos en nosotros.

Annie Votruba
Annie Votruba

Piensa en este ejemplo, cuando tú quieres hacer algo, empiezas a preguntarle a todo el mundo, ¿Pero qué piensas? ¿Tú qué harías? ¿Y si estuvieras en mi lugar?, ¿Qué te parece que es lo mejor? Y te basas en esos criterios para tomar una decisión, o cuando te proponen algo, tú quieres algo y terminas cediendo a los intereses del resto. Entonces la realidad es que tú no confías en ti.

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“Si tú no confías, ¿cómo te amas? Y si tú no confías, ¿cómo te conoces? Entonces la raíz de esto es que aprendas a confiar en ti para tomar decisiones que te hagan bien”, complementa Annie.

Ante el cuestionamiento de cómo sentir a esa voz interna detalla que “tiene una respuesta física. Se activa en tu pecho. Pero también tiene sonidos guturales que puedes hacer sin querer”.

Y es ahí donde entiendes que, muchas veces, nuestra desconexión viene desde la infancia, cuando “cosas del entorno nos hacen desconectarnos de esa respuesta sacral” y empezamos a tomar decisiones solo desde la lógica.

Annie Votruba
Annie Votruba

Esta herramienta, que requiere de tu lugar, fecha y hora exacta de tu nacimiento, parte del principio de que todos somos diferentes. No hay dos cuadros iguales en este mundo, aunque sean gemelos.

Pero aparte de ello, nosotros no procesamos información de la misma forma. Aunque tengas dos gemelos, educados al mismo tiempo por los mismos padres, cada uno absorbe el mundo de formas diferentes. Y eso nos hace únicos.

Annie Votruba
Annie Votruba

La gran lección de la sesión es la importancia de no forzar las cosas. Aprendes que tu trabajo no es buscar, sino esperar para responder en cada circunstancia de la vida.

La vida, como lo explica Annie, es “un estímulo constante a los dolores, a los sabores, a lo que vemos”. Y mi tarea, a partir de ahora, es esperar a ver “qué es lo que activa tu sacro para responder ante eso”. No se trata de obligarte a hacer algo, sino de estar tan alineada contigo misma que tu cuerpo te guíe hacia donde necesitas ir.

Salí de esa sesión sintiéndome más ligera y con una herramienta tangible para mi día a día. Comprendí que esa voz interior, que a veces ignoramos, es la que verdaderamente tiene el mando. Y que la plenitud se encuentra cuando dejas de luchar y aprendes a fluir, confiando en que esa respuesta sacral, esa sabiduría interna, siempre te llevará por el camino correcto.

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