Por motivos de vacaciones Kirsten Kinch dejó a su perrito en una guardería sin imaginar el drama que esto representaría a su vida. Pues aunque confió en la guardería el cuidado de su querida mascota, se encontró con una realidad que le cambiaría la vida.
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Afinales de 2018 Kirsten Kinch, una mujer irlandesa, dejó a su querido perro Husky en una guardería para viajar a Islandia tranquila con su familia y disfrutar de sus vacaciones, contó en su cuenta de Facebook.
Resulta que este año, ningún miembro de la familia de la mujer podría cuidar a su mascota, por lo que optó por una guardería, situación que dejó al perro nervioso, información que le dio a conocer a la guardería para que apoyaran al animal al proceso de adaptación.
Cuando Kirsten dejó a su perro, Nova, estaba bien de salud. Volvió a recogerla el 31 de diciembre, y se encontró con una desgarradora realidad: su perrito había muerto. La habían encontrado sangrando en su jaula justo esa misma mañana.
Pero eso no fue lo peor, sino que los trabajadores del lugar trataron sin ningún respeto el cuerpo y lo metieron en una bolsa negra, que luego envolvieron en cinta adhesiva.
“No hay palabras para describir lo perturbador y traumático que fue llevarla al auto y llevarla a casa de una manera que parecía completamente inhumana”, escribió.
En la misma publicación en Facebook, la mujer dijo que informó al lugar que Nova había tenido problemas de colitis el último tiempo y que le habían administrado esteroides para tratarla. Antes también la revisó un veterinario, donde discutieron quitarle los esteroides porque estaba respondiendo bien.
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“Di múltiples instrucciones escritas y verbales sobre cómo se le debía administrar el esteroide por separado a su comida y que ella necesita recibir esto dos veces al día”, escribió Kirsten.
Al momento de recibir lo que quedaba de su perro, Kirsten preguntó de inmediato si había recibido su medicación y le respondieron que sí. “Fuimos directamente al veterinario con Nova, donde luego tuve que llevarla a la clínica envuelta de la forma en que me la habían entregado. El veterinario estaba horrorizado y no podía creer que hubiera un fornido perro de 25 kg envuelto en esta bolsa negra”, explicó Kirsten. Gracias a su microchip pudieron confirmar que efectivamente era su mascota.
Ante la falta de respuesta de la guardería, Kirsten inició una petición en Change.org para que la guardería, llamada P&E Boarding Kennels y Cattery, cierre. Es que aseguran en la página web que “al menos cuatro perros murieron y fueron envueltos o incinerados sin consentimiento ni explicación”. Sumando denuncias de maltrato y abandono animal.
Por su parte, el dueño de la perrera, Paddy Cullen, reveló a Metro por qué Nova tuvo que ser envuelta en cinta adhesiva. Afirmó que llamó a un veterinario cuando encontró muerta a la perrita y con sangre “saliendo de atrás”. El veterinario le dijo que el perro tenía el virus parvo y que tenía que estar envuelto para no infectar a otros perros.
Cullen también afirmó que la perrera ha recibido “nada más que amenazas de muerte y correo de odio”.
“Nova fue una especie de perro de mi vida para mí y mi familia y ha dejado un agujero que siempre será imposible de llenar, es amada y extrañada cada día y espero que escribir esto pueda detener una situación similar en el futuro. Claramente, estas perreras no son aptas para brindar el nivel de atención que anuncian”, dijo Kirsten.