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Llegó el 2019 y con enero, el mes más esperado por todos, no por ser el inicio de un nuevo comienzo o por la nueva dieta, sino por ser el mes de las rebajas.
Enero es el mes perfecto para desechar lo viejo y dar paso a lo nuevo y qué mejor forma de hacerlo que con las tan esperadas rebajas.
¡Pero tranquilas! Esto no se trata de comprar por comprar o porque el precio te pareció razonable. Esta es la oportunidad de hacerlo de forma inteligente.
Hoy te daré algunos tips para sacarle provecho a las benditas rebajas.
¿Qué necesito?
Antes de alocarte a comprar, te recomiendo que hagas una lista de lo que te hace falta en tu clóset. Para ello, saca toda la ropa y verifica que es lo que necesitas de manera urgente.
Un vestido con más del 50% de descuento puede ser muy tentador pero para evitar gastar todo tu dinero debes preguntarte, ¿realmente quieres/necesitas esta prenda? ¿La comprarías si estuviera a precio regular? ¿Puedes combinarla?
No solo compres por comprar, ve con tu lista definida.
Apuesta por los básicos
En estas rebajas dale prioridad a los básicos. Sabes que son prendas versátiles que te serán de mucha utilidad, invierte en un jean recto negro, café o azul (sin manchas ni rotos), una gabardina, un vestido negro, camisetas o una camisa, un blazer negro., etc.
Recorre todas las tiendas
No cometas el error de comprar en la primera tienda que entres, recorre todas las tiendas en oferta y ve analizando precios, tendencias, etc.
¡Pruébate!
Mírate al espejo con cada prenda, ¿esa prenda te beneficia según la forma de tu cuerpo?, ¿ese color me favorece?, ¿me siento cómoda? , ¿tengo con qué combinarla? Todas esas preguntas son indispensables.
Haz un presupuesto
¡Ojo! ¡No gastes todo tu dinero! Dedica un presupuesto a estas compras con base en tus necesidades y trata de apegarte lo más que puedas. Si sobra algo de dinero, date el gusto de comprar fuera de tu lista.
No es mi talla pero me encanta
Siempre recomiendo a mis clientas que si te encuentras con una prenda rebajada al 50% o más y es realmente fabulosa pero que lamentablemente no es tu talla, cómprala. ¿La solución? Llévala donde tu costurero de confianza y asunto arreglado.
¡Mucha suerte y que empiecen las compras!