Hoy recordarnos para todos ustedes una parte de lo que fue la preparación y algunas anécdotas cuando la actriz Ellen Burstyn protagonizó la película ‘Requiem for a Dream’, de Darren Aronofsky.
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En pleno inicio del año 2000, la ganadora del Óscar se sumergió en uno de sus mejores y más aclamados personajes dentro de la industria cinematográfica. Burstyn personificó a ‘Sara Goldfarb’ en la película de Darren Aronofsky, un trabajo que rechazó en un inicio por quedar muy horrorizada cuando leyó por primera vez el guión de la cinta; sin embargo, luego de ver un clip de ‘Pi’ (1998) dirigida por Aronofsky, cambió de opinión y aceptó este nuevo reto para su carrera como actriz.
En dicho personaje, Burstyn se sumergió emocional y psicológicamente para transmitir nuevamente esa angustia y locura que muy pocas actrices como ella han logrado en la pantalla grande. Durante el rodaje tuvo que usar 9 pelucas diferentes, 4 tipos de prótesis en su cuello (gordos y demacrados), y 2 trajes protésicos especiales para acentuar la pérdida de peso de ‘Sara Goldfarb’. El proceso de maquillaje duraba cuatro horas. Cabe mencionar que, Burstyn usó una cámara montada en ella para ciertas secuencias.
De acuerdo con una de las anécdotas de la cinta, cuando Burstyn interpreta el apasionado monólogo sobre cómo se siente ser viejo, el director de fotografía Matthew Libatique accidentalmente dejó que la cámara se desviara del objetivo. Cuando Aronofsky dijo «corte» y lo enfrentó al respecto, se dio cuenta de que la razón por la que Libatique había dejado que la cámara se moviera era porque había estado llorando durante toda la toma y empañó el ocular de la cámara. Esta fue la toma utilizada en la edición final de la película.
En 2001, Burstyn fue nominada al Óscar a la mejor actriz, así como también al Globo de Oro como mejor actriz dramática y al SAG Award como mejor actriz.