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Amelia Toro, la arquitectura de una feminidad sutil

La diseñadora bogotana presenta una nueva colección que se sale de su zona de confort.

Volúmenes que desafían estándares de feminidad tradicionales. Sutileza elaborada a través de construcciones que revelan un concienzudo trabajo textil y un equilibrio complejo en los acabados de cada una de las piezas. No hay exuberancia, pero sí sobriedad en la elaboración y la forma de ver a una mujer que valora lo irrepetible.

Este es el sello de Amelia Toro, diseñadora bogotana que desde hace más de veinte años ha reinventado su trabajo con exquisitez y con prendas fieles a sí misma dentro de una industria creativa que parece repetir incesantemente la fórmula estética que volvió tan exitosa a Johanna Ortíz y que omite otras visiones menos cercanas a la ya predecible  exuberancia del caribbean chic y que se distinguen por su propia personalidad. Por esta razón, Publimetro habló con ella acerca de su nueva colección y de su trabajo, que abarca desde lo artesanal hasta las apuestas que hace para mantener su sello en medio de las demandas de una industria acelerada.

Usted es la pionera en incluir lo artesanal como elemento de moda en Colombia e incluso llegó a Milán al impulsar un recurso que hoy es altamente valorado en la moda colombiana. ¿Cómo se ha reinventado para mantener su visión creativa?

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Es parte de nuestro trabajo. Diseñar es tener información permanente, estar pendiente de lo que pasa, de lo que las mujeres quieren y necesitan. En cuanto a lo artesanal, cuando yo llegué a Colombia nadie trabajaba con comunidades indígenas ni nadie usaba mochila wayuu. Trabajé con las comunidades y mi trabajo llegó a Milán, Japón, Estados Unidos, Madrid ( Cibeles) y Colombiamoda. Ha sido una labor de muchos años, sin demeritar lo que hace Artesanías de Colombia.

Sus prendas están construidas con arquitectura. También maneja unos contrastes interesantes entre texturas. Explíqueme por favor un poco de esto.

Cada tela tiene su arquitectura y todo nace a partir de la misma: cada una tiene un lenguaje distinto. Reflejo el cuerpo a través de las telas. Suelo trabajar con tela italiana, incluso con dos. Las personaliza y hasta que no queda aprobada no se hace. Suelo hacer mezcla de texturas y de pesos y todo lo que uso es natural. Siempre tengo cuidado y hago pruebas: la tecnología ha avanzado tanto, que hay que ir a la par.

En sus prendas vemos Jacquard, brocados y efectos ópticos y gráficos, por ejemplo.

Pago derechos por tonos y telas en cada estación. En el mundo del lujo pagas derechos para que otra marca no tenga lo mismo que tú. Alguna vez tuve la misma tela de Lanvin, pero en un tono distinto. Ahora, con las muestras de mis textileras yo ya tengo una paleta pensada desde antes.

Esa es otra cosa. Su uso del color. Usted siempre ha tenido el negro como centro.

Nueva York y Bogota han influido en mi uso del negro y esto se ha reflejado en  mi vision del color. En Nueva York el negro era mi duelo por estar lejos de Colombia y Bogota para mi es negro. Ahora, en esta colección queria irme por lo opuesto y  de la zona de confort y meterme en el color  de una forma que fuera mia. Por eso elegi el morado y en esta colección esa es mi innovación. Es herencia de Claude Montana de los 80: el uso del morado y los contrastes que se ven con las distintas gamas del verde y del rojo.

Vemos influencia de los años 70 y 80 en la construcción de siluetas.  Cómo combina esto con su propia visión?

Hay una nostalgia y es una tendencia, pero también los diseñadores son contemporáneos. Esa época trajo una información importante a la moda. Yo quería algo estructurado pero no tan masculino ni exagerado. Ahora, todo esta en los pequeños detalles. Soy bogotana y eso influye en mi trabajo y en mi vida. Italia fue otra gran influencia en lo que hago, porque me ayuda a entender la manufactura, los acabados, el equilibrio de las prendas. Esa es la esencia de mi trabajo. Para mí todo es un buen sastre y acabado y a veces me demoro mucho tiempo en hallar el equilibrio para una sola pieza.  Para lograr esto, cuento  también con  ayuda de mi equipo, con el que he trabajado desde hace más de veinte años.

¿Cómo definiría la construcción de lo femenino en su visión de la moda?

La colombiana es interesante, nada complicada. Mis clientas son mujeres que viajan mucho, por eso mis prendas tienen una gran influencia intercultural. No suelo pensar en temporadas, sino en prendas que representen una inversión y que sean atemporales.

¿Cómo definiría su esencia como diseñadora en estos tiempos de uniformidad creativa y fiebre desaforada por la novedad?

Para mí el silencio es importante. Ahí puede uno crear. Hay diseñadores que tienen otras búsquedas, pero otros buscamos una pieza perdurable, la inversión. Yo creo en invertir.

Quote:  “Mi trabajo refleja la permanente búsqueda por encontrar la armonía

de la mujer”, Amelia Toro.

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