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Virginia Demaria, pionera en Chile en combinar el life style con la gastronomía

Conversamos con la destacada chef chilena acerca de “Recetario”, su nuevo libro de cocina y de la importancia de las cosas hechas por uno mismo.

Se llama Virginia Demaria (37), es chef, pero también es experta en manualidades y pionera en Chile en combinar el life style y el do it your self (DIY) con el mundo de la cocina. Estudió Arte en la Universidad Católica, pero luego tomó la decisión de entrar a estudiar Cocina Internacional en Instituto Culinary. Cuando se encontraba realizando la práctica profesional, la descubrió la conductora Claudia Conserva y la invitó a su programa de televisión.

Hoy, Virginia tiene un programa en la Radio Oasis y conduce Plan V, en el canal 13C, cuenta con más de 214 mil seguidores en Instagram y 6 libros. Su última publicación es “Recetario”, a través de la editorial Planeta, un libro de cocina variadas a través del cual  mezcla la tradición culinaria, con tendencias contemporáneas, enseñando desde:  cómo hacer dulce de membrillo, a preparar cuscús, o a armar un budda bowl nutritivo.

Conversamos con ella acerca de “Recetario”, su visión de devolverle el espacio a la cocina que se merece en el día a día y sobre el valor de las cosas hechas con cariño por uno mismo.

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-Fuiste una de las pioneras en combinar gastronomía y estilo de vida, ¿Qué opinas del boom actual de esta combinación?

VD: Me siento afortunada de haber coincidido con la época en que esto empezó a ser tan llamativo, atractivo y valorado por las personas, considerando que es algo que yo he hecho toda mi vida y que durante tanto tiempo fue visto como algo no tan relevante, que no tenía tanta importancia. Lo bueno es que ahora hay cada vez más cuentas de Instagram por ejemplo, las personas tienen mayor más interés en todo, no solo en la cocina, sino también en lo que tiene relación con hacer las cosas uno mismo, a mano.

-Una de las tendencias contemporáneas corresponde a comer sano, pero ¿se puede mantener una vida saludable con tiempos son tan acotados y materias primas caras?

VD: Teniendo presente lo de la alimentación saludable y la facilidad para obtener los ingredientes a utilizar, he intentado que ninguno de mis libros se ha encasille con algún tipo de alimentación particular. Todas mis publicaciones incluyen recetas para todo tipo de persona, sin que se priven de cosas, porque yo creo en el criterio de las de cada uno. No es necesario escribir un libro para celíacos, por ejemplo, yo creo que las personas tienen criterio y saben perfectamente cómo adapta una receta teniendo alguna condición alimentaria.

Mi idea es acercar la cocina a las personas y mis libros abordan a todo tipo de público porque entregan alternativas tanto para aquellos que tengan alguna condición como para los que no. Si una persona que tiene diabetes y debe evitar el azúcar, o los carbohidratos, sabe cuál es la forma de reemplazar los ingredientes. Este es un libro con recetas saludables, pero también tiene otras que no lo son tanto, yo apuesto a la libertad de elegir del consumidor, un libro no te puede decir “come saludable”, porque eso deviene de la elección de cada uno.

-Ya tienes 6 publicaciones, ¿cuál fue el motivo de inspiración para crear este formato que incluye fotos y dibujos de las recetas hechos por ti misma?

VD: La inspiración fundamental del libro, surgió en respuesta a la cantidad de publicaciones que ofrece el mercado actualmente, porque hay muchos libros de cocina, pero no le estamos haciendo muy cercana la cocina al lector. Y eso viene dado por la forma en que compartimos las recetas, no las hacemos lucir simples. Esa es mi idea: volver a lo simple, a lo sencillo. Entonces me basé en la típica estructura de un libro de cocina y pensé en cómo una persona se enfrenta a lo que va a cocinar cada día, que es prácticamente el ejercicio de ver qué hay en el refrigerador, o en la despensa, tú ves los ingredientes y dices: “bueno, tengo atún, tengo pollo, tengo verduras, ¿qué puedo hacer con esto?”.

Por eso el libro se estructura así, verduras, 15 recetas, carnes, 15 recetas y la idea es que el encuentres la solución al “qué voy a cocinar” y puedas diseñar un menú semanal. En un libro de cocina está la receta para comprar los ingredientes en función de ella, o al revés. Ese es mi propósito, volver al libro de cocina antiguo que se ordena en grupos alimenticios. El libro es simple, no hablo de gramos y la mayoría de las recetas se preparan con ingredientes básicos que hay en casi todas las casas. Para mí lo de las recetas dibujadas es una marca de estilo, porque yo no sólo trabajo en cocina, sino que también me gusta darle un sentido estético a lo que hago.

-¿Había un libro como este en tu casa?

VD: Tengo el recuerdo de mi mamá cocinando cuando yo era chica, ella tenía todas las recetas en un archivador grande, con todas las recetas recortadas de revistas, porque así se hacía cuando no había impresora, ni Internet, las típicas que venían en el tarro de leche condensada. Me acuerdo que estaban todas metidas en este archivador sagrado de mi mamá y que las ordenaba con marquitas: carnes, verduras, arroces. Esa era la distribución lógica que tenía el recetario de la casa y  creo que es la única forma que se me ocurre para poder administrar las recetas que uno tiene y que no incida la estación del año, sino que responda a una necesidad, “¿qué comemos hoy día?”.

-¿Qué te parece que ahora a través de la radio, la televisión, o con  tus libros las personas se estén acercando más a la idea de hacer cosas por si mismos?

VD: Me encanta porque yo sé la satisfacción que produce cuando una logra hacer algo que hizo una misma. Yo sé cómo es esa felicidad y eso se puede ver de forma súper clara y genuina con esa primera vez en que te resultó un pie de limón, o la primera vez en que te atreviste y quisiste hacer una lasaña, y la hiciste, y sacaste aplausos en la casa y te dijeron: “¡te quedó increíble, te felicito!”. Ese sentimiento, que es como un high five interno, que es porque lo hiciste tú, y cuando te das cuenta de lo lo feliz que puedes ser con eso tú misma y los demás. En mi caso si quiero retapizar un sillón que está feo, no tengo plata, pero y si aperro, trato de tapizarlo y me queda bien, pasa también por un tema de autoestima que es súper importante. Las disciplinas a las que yo me dedico, las he transformado en mi profesión y tienen mucho que ver con ese reconocimiento personal y sé cuán efectivo es porque si yo no estuviera publicando libros, o en la radio, o en la tele, estaría en mi casa haciendo lo mismo.

-¿Cómo transformaste todo lo que te gusta hacer, para volverlo tu trabajo ¿Qué relación mantienes con tus seguidores?

Me siento tan afortunada de haber transformado todo lo que me gusta en mi profesión que no sé si podría hacer otra cosa, o si estaría tan satisfecha. Yo transformé mi hobbie en mi profesión, es maravilloso porque esto me permite tener cada vez más ganas de seguir haciéndolo mejor, de querer compartir cosas nuevas.  Me gusta mucho hacer lo que hago y trato de transmitir eso, me siento realizada haciéndolo, Hay personas que me dicen: “tu libro me ayudó en mi matrimonio, gracias”, o “me atreví”, “me resultó y me siento tan bien” y ese es el resultado de hacer algo y generar impacto positivo.

-¿Cómo te proyectas en la gastronomía desde ahora?

Quizás las personas dicen: “¡otro libro de esta mina, no se cansa!”, pero no, no me canso y en mi cabeza tengo como tres libros más. Me preguntan bastante si es que tengo ganas de poner un restaurant, o por la competencia. A mí me encanta lo que he logrado armar como mi profesión porque combino la cocina con las manualidades y estoy en un espacio súper mío, que yo me hice, al que yo le puse todas las fichas y creo eso me desvincula de la competencia que existe de repente entre restaurantes, o entre chefs.

Yo estoy en una pista paralela, en la que transito de forma cómoda. Creo que yo voy a tener un restaurant cuando me dejen de llamar de la tele, cuando nadie quiera tener una clase conmigo, cuando ninguna editorial quiera publicar, cuando ya no tenga nada, voy a pensar en que es el momento para dedicarle toda mi atención, porque no tiene sentido poner el restaurant de Virginia si es que yo no voy a estar.

Un restaurante es un proyecto de vida para un chef, tienes que estar al 1000% no solo por la dinámica de trabajo y además que la competencia es súper fuerte”

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