Las comía Amy Winehouse (QEPD), las preparaba Bart Simpson y hasta hemos visto Rihanna disfrutando de este delicioso snack.
Una versión mucho más sana que las papas fritas comunes, fue el resultado de la investigación realizada por un equipo de cintíficos de la Universidad de Santiago, la Universidad Católica y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA).
El estudio liderado por la académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Chile, Laura Almendrares, dio a conocer la elaboración de un sustituo de las papas fritas, que absorbe tres veces menos aceite al momento de freír.
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“La gente no sólo come papas fritas por un tema económico, porque son baratas, sino también hay un impulso nervioso que se transmite al cerebro para comer frituras, porque son ricas”, explicó Almendrares a Publimetro.
“Por esto, sacarlas de la dieta es casi imposible, entonces pensamos en generar un producto más sano”, dijo. El producto alimenticio creado a través del método científico, se tardó tres años en salir a la luz.
Su aspecto es muy similar al de las papas fritas, pero está creado a base de tubérculos y arroz e incluso pretende ser más barato.