Algunos la aman, otros la odian. La mostaza es de esos aderezos que generan opiniones divididas, pero hay que convenir en que en términos de sabor, es de los más llamativos.
¿Has pensado en la posibilidad de hacerla en casa? Quizás creas que es muy difícil, pero si no lo intentas, nunca lo sabrás.
Vamos paso a paso, así no olvidas detalles importantes. Lo primero, es que te familiarices con las semillas de mostaza: son muy beneficiosas para la salud y las responsables del sabor intenso de la mostaza.
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Ingredientes
- 50 g de semillas de mostaza
- 1 copa de vino blanco
- 1/2 taza de vinagre blanco destilado, vinagre de sidra, vinagre de vino o vinagre de malta
- 1/2 taza de agua
- 2 cucharadas de miel
- 1/2 cucharadita de sal de mar
- Sazonador de canela, clavo de olor y nuez moscada
Preparación
En un recipiente, coloca las semillas de mostaza y cúbrelas con vino, vinagre y agua. Deja que repose durante la noche.
La mañana siguiente, transfiere las semillas y el líquido a la licuadora. Agrega la miel, el sazonador y la sal. Mezcla hasta obtener una textura espesa y suave.
Si crees que la mostaza quedó demasiado pastosa, agrega vino, vinagre o agua, 1 cucharada a la vez, hasta que la mezcla tenga la textura que deseas.
Recuerda que el vinagre que elijas será determinante en el sabor de tu mostaza. Si la haces con vinagre blanco destilado, tendrá un sabor más intenso. En cambio, con el vinagre de malta o de vino, la mostaza será más suave.
Almacena en jarros de vidrio esterilizados y mantenlos refrigerados.