Este martes se llevará a cabo un nuevo proceso de elección presidencial en Estados Unidos. Las candidaturas se encuentran en un apretado y reñido combate entre la carta demócrata, Hillary Clinton y la apuesta republicana, Donald Trump.
Es imposible anticipar quién ganará pues las encuestas apenas entregan un mínimo margen de ventaja a la ex primera dama norteamericana. Una cosa es cierta: de ganar el magnate mobiliario uno de los grandes perjudicados será el medioambiente. Esto porque el empresario ha manifestado en varias ocasiones su nulo compromiso con la salud del planeta; es más, ha anunciado propuestas que amenazan el cuidado responsable de nuestro entorno.
Prometió anular la firma de su país en el Acuerdo de París contra el Cambio Climático, además de anunciar que retiraría todos los aportes que Estados Unidos realiza a Naciones Unidas en la lucha contra este fenómeno climático.
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También llamó la atención su anuncio de reactivar el proyecto del oleoducto Keystone XL, iniciativa que pretende transportar más de 800 mil barriles de petróleo todos los días desde Canadá hasta Estados Unidos y que no fue aprobado por la administración de Barack Obama por su impacto en el medioambiente.
Debido a esto, grupos ecológicos y organizaciones indígenas de ambas naciones de Norteamérica se han mostrado preocupados con la postura del candidato republicano.
Está en contra de las energías renovables y hasta sus hijos han hecho noticia al ser fotografiaddos cazando animales. Además, le ha bajado la importancia al Cambio Climático, señalando que no cree en él.
Debido a esto, hace pocas semanas un grupo de 37 científicos, entre los que destacaba Stephen Hawking, le escribió una carta a Trump debido a sus irresposables dichos sobre calentamiento global.
Es, precisamente esta arista la que podría jugarle en contra al multimillonario, pues según una encuesta de ABC News, un 67 por ciento de los estadounidenses considera que el calentamiento global es un problema serio.
Así, con la repudiable postura de Trump ante la protección de nuestro planeta queda demostrado una vez más que los negocios y el cuidado del medioambiente no van de la mano.