En un mundo ideal, todos podríamos comer alimentos frescos sin tener la necesidad de almacernarlos en envases para lograr conservarlos en buen estado.
Pero como no siempre es posible tener tu propia fábrica de alimentos, vamos al mercado y compramos productos que, en su mayoría, están envasados en plástico.
¿Qué pasa con los desechos? ¿Cómo podemos evitar que todos esos envases no contribuyan a la acumulación de materiales contaminantes?
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Creando nuevos materiales, como esta fibra hecha en base a leche. En realidad, lo que están estudiando los especialistas es usar caseína para crear un envasado sustentable.
Por si no han escuchado este concepto, la caseína es una fosfoproteína presente en la leche y en algunos de sus derivados.
Según explica un artículo en el portal Popular Science, el Departamento de Agricultura de EE.UU. investiga sobre la viabilidad de esta idea, y hasta ahora, están bastante convencidos de que será una buena alternativa.
Además, de llevarse a cabo, esta nueva forma de empaque no sólo será más ecológica, sino que también hará que la comida sea más entretenida. Al estar hecho en base a leche, este material sería comestible, o sea, puedes comer el envase y lo que viene dentro de él.
Una buena idea, aunque habrá que ver si este cambio en el empaquetado significaría mayor explotación de las vacas para que produzcan leche para una nueva industria.