Durante los últimos años, hemos escuchado bastante sobre el cambio climático y sus consecuencias en la Tierra. Pero, al mismo tiempo, solemos pasar por alto qué es lo que realmente pasa en términos concretos.
La NASA monitorea constantemente este tema a través de satélites y lamentablemente, no hay muy buenas noticias.
Hay dos indicadores claves que evidencian cambios: la temperatura de la superficie global, y los hielos y glaciares del Ártico. Durante los primeros seis meses del año 2016, ya se han roto récords desfavorables y, al parecer, la tendencia se mantendrá.
Recomendados
¿Qué es la regla de los 5 segundos contra la procrastinación? Así evitaras postergar tus tareas
Mira el cielo y conecta con la lluvia de estrellas: Rituales para que la energía de las Líridas...
Abril cierra con estrellas Líridas y Luna Llena Rosa que suavizan las energías de Mercurio retrógrado
Los especialistas del Goddard Institute for Space Studies (NASA) en Nueva York analizaron la información y declararon que en el período enero-junio de 2016, se registraron las temperaturas más altas desde 1880.
Además, analizando los récords establecidos en 1979 en relación al derretimiento de hielos y glaciares, 2016 también superó esos registros. Hoy, la extensión de hielo marino en los océanos es significativamente menor que hace algunas décadas.
¿Qué es lo que hace que esta tendencia se siga manteniendo durante años y años? Altas concentraciones de dióxido de carbono y emisiones de gases con efecto invernadero.
Por ahora, la NASA está concentrando sus esfuerzos en seguir monitoreando el Ártico, la zona del mundo en que las alzas de temperatura han sido más alarmantes.