La compañía de semillas genéticamente modificadas más grande del mundo quiere expandirse por la tierra azteca. Tal como consignó el medio El País, Monsanto espera que el Gobierno Federal incluya en su propuesta legislativa la siembra de sus productos.
Monsanto y sus detractores
Greenpeace es uno de los detractores principales de la multinacional al asegurar que los transgénicos dañan el medio ambiente con sus toxinas y también la fertilidad a largo plazo. Por otro lado, los directivos de la compañía han mantenido conversaciones con la Secretaría de Agricultura sobre nuevos métodos tecnológicos para potenciar el campo mexicano.
Para Manuel Bravo, director de la compañía en Latinoamérica, se estima que una vez que las discrepancias legales se resuelvan, sí serán parte de la agenda oficial porque “El Gobierno ha sido muy claro de lo importante de estas tecnologías en el campo.”
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En la actualidad son 27 los permisos de maíz detenidos ya que
Algunos son para la etapa experimental, otros para la etapa piloto y unos más para la etapa comercial. Una vez que concluyan los litigios y se avance en la reforma al campo, seguramente se comenzarán a destrabar estos permisos.
El Plan Nacional de Desarrollo del gobierno mexicano sí le entregó un grado de importancia a los transgénicos y como Monsanto es líder en esta materia, se espera que siga peleando por establecerse sin trabas legales en México.