Existe mucha ignorancia en torno a la homosexualidad. Históricamente se ha catalogado a dicha condición como una “enfermedad” o un estado “anti natural”. Lo peor es que “líderes de opinión” en la actualidad siguen sosteniendo tales afirmaciones falaces. Hace unos días, el candidato a senador de Filipinas y ex boxeador, Manny Pacquiao, causó indignación al declarar en una conferencia que “los homosexuales son peor que los animales”, haciendo referencia al mundo animal como puramente heterosexual; lo “natural”.
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Incluso se han registrado abandono de mascotas porque sus dueños sospechan que sus animales tienen conductas homosexuales. En el siglo pasado, a los pingüinos Adelia se les acusó de “perversión, vandalismo y depravación”, porque algunos de sus individuos se emparejaban con otros de su mismo sexo. Analicemos un poco entonces esta creencia tan arraigada en algunos -que me parece insólito-.
“La homosexualidad no es natural”
¿Y qué lo es? Si es por las conductas animales, debemos dejar en claro algo: en los animales SÍ existe la homosexualidad o las conductas homosexuales. A primera vista, el emparejamiento con ejemplares del mismo sexo no tiene ninguna utilidad en términos evolutivos. De hecho, al no poder transmitir un posible “gen homosexual” por no reproducirse, esta condición debería desaparecer. Mas no es así. Pero, para empezar, veamos algunos ejemplos.
Pichón cebra

Científicos de la Universidad de California concluyeron que individuos de esta especie no solo se emparejan con otros de su mismo sexo. Además practican la monogamia. Los investigadores juntaron a las aves en ocho parejas de machos. Luego que se reconocieran como pareja, se les introdujo a la jaula hembras. Cinco de las ocho parejas se mantuvieron.
Macacos japoneses
Paul Vasey, investigador de la Universidad de Lethbridge, en Canadá, observó a estos primates en su natal Japón. Al cerciorarse que la conducta de algunas hembras de montar a otras hembras era más normal de lo que creía, comenzó a analizar el fenómeno. De hecho, se dio cuenta que los machos en período de apareamiento deben competir con otras hembras para conseguir pareja.
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No obstante, el académico concluyó que las hembras no eran homosexuales, pues igual gustaban de sus encuentros con los machos; sino que observó un tipo de bisexualidad.
Delfines
Durante años se ha observado que las relaciones de estos mamíferos son muy complejas. Hay registros de parejas monógamas por 17 años, cambios continuos de parejas, poligamia; y en el terreno de las relaciones sexuales hay heterosexuales, homosexuales, bisexuales, orgías. Ellos sólo viven sin preocupaciones.
Leones
Existe mucha evidencia de leones machos montando a otros individuos de su mismo sexo. Hasta el momento se desconoce la razón pero probablemente es porque el impulso sexual de los leones debe ser de los más fuertes de la fauna conocida. No es difícil encontrar imágenes de estos felinos apareándose entre machos, como por ejemplo en este VIDEO.
Resulta difícil, visto lo anterior, que muchos sigan apelando a lo “anti natural” en este tipo de debates. Ahora, también encasillar estas conductas como “homosexuales” o “bisexuales”, a mí criterio, puede que sea un error. Los animales no tienen los prejuicios que tenemos nosotros al actuar de esta manera y solo se dejan llevar por el placer, su instinto o sus necesidades.
De hecho, algunos estudios indican que hay más de mil especies observadas en las que se ha reconocido “homosexualidad” y no creo que esos animales estén preocupados por ir a confesarse o por ir al infierno.