Cuando explotamos la tierra para nuestro provecho, es nuestro deber encontrar nuevas formas de conservarla y hacer sustentable nuestro trabajo. En México hay cerca de 12 mil Unidades de Manejo Ambiental para la conservación de la Vida Silvestre, también llamadas UMA. En el norte del país se aprovechan casi 1.400 entre los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
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En estos estados se trabaja por la conservación de especies como el oso negro y el jaguar, ambas están en peligro de extinción y no se conoce la población de cada especie en esta región. La Asociación Nacional de Ganaderos Diversificados (Angadi) se encuentra preparando un censo para contabilizar los ejemplares y dar un mejor seguimiento al cuidado de estos animales.
Aunque los ganaderos promueven la actividad cinegética (cacería) de forma controlada, responsable y sustentable en las diferentes UMAS, son también ellos quienes se interesan en el cuidado de estas especies y aceptan que es por falta de recursos que no se han realizado las investigaciones necesarias para la conservación de dichas especies.
El jaguar está en recuperación en el país pero no se sabe en qué porcentaje se ha restablecido la población y esto es parte de lo que se tiene que hacer para conservarlos. Es una pena que las autoridades no le den la misma importancia al cuidado de estas especies.
Aquí habrá opiniones dividas entre si la caza de especies es buena o no, la realidad es que alguien tiene que encargarse de su conservación y desafortunadamente no son las autoridades quienes lo hacen. Al menos restablecer la población hasta niveles saludables para sostener una actividad como la cacería puede ser una forma de obtener fondos para la conservación aunque no sea la mejor manera.
