Noruega es de los países que más se ocupa de los derechos animales. El gobierno noruego está evaluando el recorte de los subsidios a las granjas productoras de piel en el país y ha generado opiniones divididas.
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El recorte presupuestado equivale a 17.8 millones de coronas, unos 2 millones 350 mil dólares, esto representa la mitad del apoyo total a la industria. Por granja, esto equivale a cerca de 13.200 dólares.
La eliminación del subsidio a esta industria podría provocar el cierre de muchas peleteras. De Acuerdo con la Norwegian Fur Breeders Association cerca de 280 granjas de zorro y visón facturan más de 1 millón de coronas cada una, generan empleos y crecimiento económico en una región remota del mundo.
Sin embargo los subsidios provienen de los impuestos que paga la gente y no todos los noruegos están dispuestos a que una parte de su dinero se destine a una industria que lucra con la vida y sufrimiento de animales. Es más, el 68% de la población desea que estas granjas desaparezcan.
Recortar los subsidios también significaría que algunas clínicas y guarderías en zonas rurales desaparezcan. Pero los defensores de los derechos animales se encuentran a favor de esta propuesta porque aunque es un negocio rentable, aún exigen la ayuda del gobierno.
Noruega impulsa como pocos países la defensa de los derechos animales, hace poco propuso la creación de una unidad de policía para la investigación del maltrato animal. La mayor parte de las pieles que se producen son de exportación, con la consciencia que los noruegos tienen acerca de la vida animal, dudo que deseen compartir con el mundo esas pieles que esconden una vida de sufrimiento.
