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Prepara unos grisines con sésamo y amapola

Para picar con una salsa de quesos o llevar de colación, estos palitos de masa con semillas pueden hacer mucho por esa sensación de hambre repentina.

Si ya no quieres andar picando o comprando masitas por ahí, ¡llévalas desde casa! Tú escoges los ingredientes y tienes una colación deliciosa para disfrutar a cualquier hora. Estos grisines son unos palitos de masa que puedes combinar con semillas, en este caso las amapolas y sésamo.

Puedes probar con otro tipo de harina, con frutos secos u otras semillas. Una exquisita opción para compartir en el aperitivo. No olvides preparar una salsa de queso o un dip para untar. ¡Les encantará a todos y todas!

Ingredientes

  1. 250 gr de harina
  2. 150 ml de agua tibia
  3. 10 gr de levadura prensada (o fresca)
  4. 1 cdta de sal
  5. Semillas de sésamo (ajonjolí) y amapola
  6. aceite

Cómo preparar unos grisines con sésamo y amapola

  1. Primero precalienta el horno a 175ºC, luego disuelve la levadura en el agua tibia. En un cuenco mezcla la harina con la sal, haz un hoyo en el centro, vierte el agua con la levadura y mezcla con una cuchara hasta que tenga consistencia pegajosa. Extiéndela sobre la mesa enharinada y trabaja la masa por unos 10 minutos, parecerá masa de pizza, elástica. Deja reposar la masa tapada con un paño húmero otros 10 minutos más, luego extiende con un rodillo sobre la mesa con un poco de harina, el grosor que debe tener la masa estirada será de medio centímetro (más o menos). Todo depende de cómo te gusten, si quieres que estén más crujientes la masa tendrás que ponerla más fina y si los quieres menos crujientes, la masa deberá estar mas gruesa (1 cm o un poco más) pero recuerda que crecerán en el horno un poco.
  2. Corta los bordes de la masa hasta que tengas un cuadrado o rectángulo y quita el sobrante (para luego reutilizarlo repitiendo el procedimiento), pinta la superficie con aceite y espolvorea las semillas (puedes alternar, solas de una y de otras o mezcla las dos) con tus manos haz una ligera presión sobre éstas para que se peguen bien (yo no lo hice y se me iban cayendo las semillas conforme los cogía), procede a cortar los palitos de aprox 1 cm de ancho, colócalos sobre una bandeja con papel encerado, dándoles una o dos vueltas sobre sí para que queden “enrollados” y hornea hasta que estén dorados, unos 10 minutos, pero mejor está pendiente del horno que cada uno es un mundo y a veces nos traicionan. Salen unos 30-40 grisines.
  3. Puedes almacenarlos en frascos con tapas (recuerda hacerlos del largo adecuada para poder cerrar el frasco), tuppers o en una bolsa. Con unos cuantos al trabajo, al gimnasio o en el bolso, podrás saciar el cosquilleo a media mañana-tarde o darle a tu niño alguno cuando te dice “mami/papi tengo hambre” y estás todavía a medio terminar. En una fiesta o reunión son ideales para combinar con salsas y quesos.

Fuente: Cocina de Muerte Lenta

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