Para rellenar cupcakes, una tarta, los merenguitos o como postre, esta pasta de avellanas es la suavidad que estabas buscando para cocinar algo rico y sorprender a tus comensales luego del almuerzo.
Necesitas avellanas con cáscara y una máquina de cocina que triture los alimentos y sea de buena calidad, o sea, con buen motor. Lograrás una pasta con todo el sabor de las avellanas y la textura justa para cerrar el menú con un toque majestuoso. Cuidado, no se trata de un praliné, para eso se requiere caramelizar las avellanas. ¡Qué vivan los postres!
Ingredientes
- 400 g de avellanas con cáscara
- Necesitamos un robot potente
Cómo preparar la pasta de avellanas tostadas
- Precalentar el horno 150ºC, calor arriba y abajo.
- Coger una bandeja de horno y cubrirla con papel de hornear.
- Quitar la cáscara a las avellanas y ponerlas sobre la bandeja con el papel.
- Mantener las avellanas en el horno unos 12 o 15 minutos, dándoles vueltas con una espátula cada 5 minutos. Sabremos que están si cogemos una y se pela sin dificultad. Pelarlas y dejarlas enfriar. Habrá alguna que no se pele; no pasa nada: se deja con la piel.
- Poner en un robot potente. Comenzar a triturar. Al minuto parar el robot y con una espátula bajar las avellanas molidas de la pared del vaso.
- Seguir triturando. Las avellanas pasarán progresivamente de estar en trocitos a polvo, y de polvo a líquido denso. Ya podemos usarlo.
Fuente: Webos Fritos