Investigadores de la International Rivers (IR), una organización independiente con sede en Estados Unidos, realizaron un estudio comparando los datos de 6 mil de los 50 mil grandes embalses del mundo, y los resultados fueron muy poco alentadores.
Las grandes represas tienen un impacto negativo en la calidad del agua y en la biodiversidad. Los estudios arrojaron que en un 80% de las veces, la presencia de estas represas (mayores a los 15 metros de altura), implicaban altos niveles de mercurio y sedimentación atrapada.
Sin embargo, los investigadores señalan que las correlaciones no indican necesariamente relaciones causales, pero sugieren un patrón mundial claro. IR solicita ahora que una comisión intergubernamental de expertos elabore un método sistémico para evaluar y monitorear la salud de las cuencas fluviales del planeta.
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“La fragmentación de los ríos debido a las décadas de construcción de represas está altamente correlacionada con la mala calidad del agua y la baja biodiversidad”, aseguraron los investigadores de IR.
Lamentablemente, en muchas de las grandes cuencas fluviales del mundo se construyen represas hasta el punto de causas un grave deterioro en las aguas, los ríos y los alrededores, afectando la flora, fauna y personas que viven cerca de estas inmensas construcciones.