El aeropuerto de Chicago contrata ovejas jardineras

Podemos afirmar que la ciudad de Chicago tiene muchas cosas memorables, desde esa canción de Frank Sinatra hasta un cementerio de reactores nucleares. Nunca faltan noticias verdes bastante agradables que lleguen desde allá, como cuando prohibieron la venta de cachorros para fomentar la adopción. La más nueva de ellas es que ahora su aeropuerto cuenta con burros, llamas, ovejas y cabras para ayudarlos con sus tareas de jardinería.

Esta medida fue tomada a partir de la problemática de que estas zonas se encuentran lejos de las pistas y en terrenos poco prácticos para el uso de maquinaria. Pero no se preocupen, las áreas están cercadas y esto evita que los nuevos trabajadores se desvíen de su zona laboral y vayan a caer a algún hangar o bodega donde pudieran podar la maleta de algún viajero.

Los nuevos jardineros están a cargo de Settler’s Pound, que es un refugio para animales exóticos y de granja que se encuentra a una hora de Chicago.

Que el aeropuerto empleé este tipo de medidas es un ejemplo para cualquier empresa, pequeña o grande, de cómo se puede encontrar un balance con las cosas naturales que nos rodean. Para que se den una idea, cada uno de estos animalitos pueden llegar a comer hasta 25 m2 de vegetación al día. Eso es mucho terreno que ya no estará recibiendo pesticidas ni siendo objeto de futura erosión debido al uso de maquinaria pesada.