Su nombre es Bless, una perrita cruza de Rottweiler de seis años que fue encontrada vagando por las calles de Londres hace más de cinco meses. Desde ese momento vive en el hogar para animales Battersea, en donde hasta hoy en día no ha podido ser dada en adopción debido a su permanente ‘expresión de tristeza’.
Bless es muy cariñosa y alegre. Por lo mismo, los encargados del refugio de animales no se explicaban cómo nadie quería llevarla a casa para cuidarla y darle un hogar. De hecho, el tiempo normal de un perro en el refugio es de 29 días, pero ella ya lleva cinco veces más que ese lapso.
Al parecer, quienes buscan una mascota para adoptar le han dado demasiada importancia a la apariencia de la perra, que incluso ya es calificada como “la perra más triste de Gran Bretaña”.
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“Bless tiene una cara triste, pero un corazón de oro. Cualquier persona que se encuentra con ella no puede creer lo amable que es”, explica Rob Young, encargado del hogar que mantiene al animal.
“A pesar de que parece deprimida, ella es absolutamente feliz entre las personas, es por eso que es tan triste para nosotros que ella todavía este aquí y no establecida en un hogar lleno de amor”, agrega Young.
La historia de Bless nos recuerda que los perros también son seres vivos que merecen respeto y consideración. Así como nosotros, los seres humanos, exigimos que la apariencia no tenga importancia al momento de postular a un trabajo o al desenvolvernos en cualquier aspecto de la vida, tampoco podemos elegir a qué animal darle amor según su raza o aspecto. Los animales son seres vivos, no meros accesorios para lucirlos al salir a caminar.