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Bicitaxi, el transporte más innovador y ecológico para conocer París

El novedoso medio de transporte también ha conseguido gran popularidad en ciudades como Barcelona, Berlín o Londres.

Bicitaxi, Tricitaxi, pedicab, rickshaw o velotaxi. Diferentes maneras de nombrar a un original, verde y, hoy por hoy, muy de moda medio de transporte. Tan sencillo como una bicicleta adaptada para llevar hasta tres pasajeros con ayuda de la tracción, ha ido ganando reconocimiento y popularidad  en diferentes lugares del mundo, incluso en París, en donde parece ser una de las opciones favoritas de los turistas para conocer la ciudad.

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¿Cómo empezó a posicionarse el bicitaxi en la capital francesa? Lo cierto es que un paseo por una ciudad tan bella y llena de detalles como París siempre puede ser más agradable y fresco en un carro llevado por una bicicleta y con suficiente ventilación como para moverse a cualquier parte sin ningún problema o incomodidad. Algo que saben muy bien los los turistas en la actualidad, ya que cada día son más quienes prefieren esta curiosa forma de movilización antes que el metro o el automóvil taxi.

Su crecimiento y desarrollo en la Ciudad del Amor no dejan de sorprender: si hace cinco años pasaba casi desapercibido y era visto sólo como uno de esos inventos locos sin mucho futuro, en la actualidad ya cuenta con más de seis compañías especializadas que ofrecen a sus pasajeros diversos servicios. Ya no sólo son simples tours urbanos, ahora también existen servicios de mensajería y turismo cultural y ecológico con choferes bilíngües.

Para turistas resulta ser una tentadora y diferente forma de conocer la ciudad, al entregar variadas posibilidades para encantarse y disfrutar París. Un recorrido de una hora tiene un costo aproximado de 23 dólares, con un máximo de pasajeros de dos adultos y un niño. El paseo incluye los museos de Orsay y el Louvre, la Opera y la Plaza Vendome. Aunque claro, también se puede pedir un recorrido especial que, por supuesto, tendrá un precio que dependerá exclusivamente del chófer o compañía.

Lo cierto es que, al ser un medio de transporte emergente y no del todo masivo, no es la opción más económica. Sin embargo, los beneficios hacen que su precio valga: olvidarse de la incomodidad del metro parisino (para muchos, bastante sucio y descuidado) o el atochamiento propio de una ciudad con tanto tráfico. Además, movilizarse en bicicleta resulta inofensivo para el medio ambiente. No hay polución y la contaminación acústica disminuye de manera considerable.

Llegar a la Torre Eiffel en bicitaxi o conocer el Arco del Triunfo de cerca, sin apuros e incluso teniendo la posibilidad de hacer detenciones en donde se desee, es una opción que cambia por completo la forma de conocer la ciudad. Una versión moderna de los antiguos carruajes, y que hace de París una ciudad más cercana, divertida y amigable con el planeta.

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