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Palmengarten, un paraíso verde entre los rascacielos de Frankfurt

22 hectáreas de áreas verdes conforman este verdadero pulmón para una de las ciudades con mayor movimiento en Europa.

Frankfurt, centro financiero de Alemania e importante nudo de transporte de Europa. Entre sus avenidas y vertiginosas edificaciones, tienen lugar grandes ferias y exposiciones que atraen a los turistas año a año. Además, el histórico edificio de la Ópera, los museos emplazados a la orilla del Río Meno o incluso el ecológico servicio de transporte bicitaxi, le confieren a la ciudad un sello único que transita entre lo moderno, lo cultural y lo ecológico.

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En ese aspecto, Frankfurt tiene mucho que ofrecer a sus habitantes y visitantes, porque en medio del panorama urbano repleto de imponentes rascacielos como el Europaturm o el Commerzbank Tower, también existen verdaderos santuarios verdes. Uno de ellos es el Palmengarten, el Jardín de las Palmeras.

Fundado en 1868 y con 22 hectáreas de extensión, este gran centro botánico es uno de los principales lugares de esparcimiento de la ciudad. Al aire libre o en invernaderos, 13 estaciones diferentes funcionan como reserva de la más diversa flora. También hay cafeterías, salones de exposición, aulas didácticas, sala de teatro e incluso una concha acústica en donde se realizan conciertos de jazz y música de cámara, todo en medio de la naturaleza.

En este enorme pulmón de la urbe se halla el Palmenhaus (casa de la palmera), un invernadero de hierro y cristal de grandes proporciones y núcleo principal del Palmengarten original. Palmeras subtropicales, helechos, plantas de hojas anchas y brillantes dan la impresión de estar inmerso en el más húmedo y frondoso bosque tropical. Cascadas y acuarios complementan la belleza de este paisaje-invernadero.

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Sus pérgolas y senderos coloreados con una gran diversidad de flores varían a medida que se avanza a lo largo de las estaciones del lugar. Cada flor, arbusto y hierba fue seleccionada para que, en todo momento del año, el espectáculo visual  nunca acabe. Plantas de la Isla de Tasmania, cítricos o híbridos de Norteamérica: aquí todos las plantas florecen a lo largo del año.

Visitar el Palmergarten es un descanso para los sentidos. Sin duda alguna, pasar algunas horas inmerso en la más exuberante naturaleza puede ser terapéutico para cualquiera que desee escapar de la efervescencia de una ciudad con tanto movimiento como Frankfurt. Su belleza paradisiaca sorprenderá a cualquiera que disfrute de las virtudes que nos entrega nuestro planeta. Así que ya saben: si algún día andan por Frankfurt, no pueden dejar de visitar este santuario, una verdadera joya verde en medio de la ciudad.

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