Pensar en un postre suave y esponjoso es traducir todo a un exquisito mousse, una preparación que comparte cocción con diversos ingredientes como el salmón, el deseado chocolate, ostiones, fruta, entre otros aliados del sabor. Prueba algunas de estas opciones y quédate con los que se complementen con tu paladar.
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¿De cappuccino? ¡Claro que sí! Si tienes un buen café en casa busca los demás ingredientes y atrévete a cocinar un postre suave para endulzar el final de alguna comida, o tener de reserva en caso de debilidad dulce a cualquier hora del día. Consigue unos vasitos de vidrio para hacer más atractiva la presentación y, si tienes frutillas -fresas-, pon una de ellas sobre el mousse, un toque final que hará la diferencia y asegura un aplauso final de parte de tus comensales.
Personas|6
Ingredientes
- 200 gramos de leche condensada
- 2 huevos medianos
- 100 ml de buen café solo (puede ser descafeinado, mientras sea de calidad)
- 200 ml de nata para montar
- 50 gramos de azúcar glass (flor o impalpable)
- Cacao en polvo para espolvorear
Cómo preparar el mousse de cappuccino
- Mezclar los huevos y la leche condensada en un bol. Añadir progresivamente el café y mezclar de nuevo hasta integrar todos los ingredientes.
- Pintar con mantequilla o unas gotas de aceite el interior de los recipientes que se van a utilizar, preferiblemente del tamaño de una taza de café. Verter en ellos la mezcla sin llenarlos más de 3/4 partes.
- Poner en el microondas a máxima potencia 2 minutos. Dejar reposar 2 minutos sin abrir la puerta, y poner 1 minuto más a máxima potencia. Dejar enfríar el postre a temperatura ambiente. Una vez frío, poner en el frigorífico al menos 3 horas antes de servirlo.
- En el momento de servirlo, montar la nata con el azúcar glas, probarla y rectificar de dulce. Repartirla entre los recipientes, espolvorear con cacao en polvo y servir inmediatamente.
Fuente: Tengo un horno y sé cómo usarlo