Los primeros cultivos transgénicos llegaron a México hace veinte años, la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados entró en vigor hace nueve, pero aún no hay una forma para declarar una zona libre de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs).
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En entrevista con Contralínea la Dra. Sol Ortiz García, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) reconoció que la Ley de Bioseguridad reconoce la posibilidad de que unn productor o comunidad declaren sus cultivos como zonas libres de OGMs, pero que aún no existe ninguno en el país.
De acuerdo al Director General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera del SENASICA, Hugo Fragoso Sánchez, la preparación de una norma oficial para declarar zonas libres de OGMs es responsabilidad de la CIBIOGEM. Si bien explica en su entrevista que dicha norma está en construcción, desconoce cuándo estará lista.
Al pie de la letra
La Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados contiene un artículo en el que se prevee la existencia de zonas libres de Organismos Genéticamente Modificados.
En el Art. 90 de dicha Ley afirma que estas zonas podrán establecerse a fin de proteger los productos orgánicos de una comunidad si éstos no pueden coexistir con los OGMs.
Esta ley establece también los requisitos generales para la determinación de una zona como Libre de OGMs es la siguiente:
- La comunidad interesada realizará una solicitud por escrito a través de un representante legal
- Se acompañará la solicitud con la opinión favorable del gobierno estatal y municipal del lugar que desea ser declarado como Libre de OGMs
- Se realizará una evaluación de los efectos de los OGMs en los productos agrícolas orgánicos. En caso de que se de muestre científica y técnicamente que una especie modificada genéticamente no pueda coexistir con la especie sin modificaciones o que no cumpla los requisitos para su certificación, se podrá declarar como zona libre de OGMs
Sin embargo, a la fecha no existe un procedimiento más específico que el arriba mencionado. De acuerdo a la fracción II de dicho artículo, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) es responsable de determinar acuerdos en los que se especifican las zonas libres de OGMs, pero éstos aún no han sido publicados en el DOF ni en el sitio de la CIBIOGEM:
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II. Dichas zonas serán determinadas por la SAGARPA mediante acuerdos que se publicarán en el Diario Oficial de la Federación, previo dictamen de la CIBIOGEM, con la opinión de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, tomando en cuenta lo establecido en las normas oficiales mexicanas relativas a los productos agrícolas orgánicos;
La importancia económica
Garantizar zonas libres de OGMs no es solamente un tema ético, sino económico. De acuerdo a datos de la SAGARPA, México es de los mayores exportadores de miel a nivel mundial. Sin embargo, casos como el que se dio en Alemania en septiembre de 2011 han hecho muy difícil la comercialización de miel en Europa, principal mercado de la miel mexicana.
En el caso arriba citado, se determinó que la miel de un apicultor alemán, Karl Heinz Bablok, debía ser etiquetada con la leyenda “contiene ingredientes modificados genéticamente” debido a la presencia de polen proveniente de maíz genéticamente modificado en una parcela cercana. Esta decisión afectó negativamente las ventas del apicultor y sentó un antecedente para la importación y consumo de la miel de todo el mundo que se comercialice en dicho país.
Según los estándares de la Unión Europea, principal importador de la miel orgánica mexicana, ésta debe estar completamente libre de OGMs. Sin embargo, la presencia de soya transgénica en el Estado de Yucatán pone en riesgo la aceptación de las mieles mexicanas en su mayor mercado. La creación de zonas libres de OGMs es una solución posible en teoría pero completamente insustancial en la práctica hasta que existan los mecanismos formales para garantizar esta seguridad a los agricultores mexicanos y a los consumidores alrededor del mundo.
En entrevista con Contralínea, Fragoso Sánchez afirma que cree en la coexistencia de sistemas de producción transgénico y orgánico:
—¿Es delicada la situación de los productores de miel de la península de Yucatán?