Años atrás, antes de los restaurantes de comida rápida y el boom de la industria, nuestros alimentos venían de una granja, de productores locales. Los animales eran tratados con respeto, tenían una buena vida, hasta que llegaba el momento de utilizar su carne. Ahora todo es distinto, aunque hay quienes luchan por mantener la tradición.
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En Sussex, Reino Unido, Stephen Hook todavía cree en las granjas familiares, continuando una tradición que viene de su padre, mientras que todos los demás están desapareciendo. ¿Por qué si la industria no te apoya?, ¿si las personas prefieren los productos del supermercado? Este documental nos da la respuesta.
The Moo Man es un testimonio de la relación entre Hook y su rebaño de vacas, todas con nombres y su personalidad bien marcada. Sí, son vacas lecheras, que disfrutan del campo, son consentidas y viven el doble que una vaca promedio dentro de la industria.
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El lazo entre este granjero y sus vacas es increíble. Dentro de la granja no hay necesidad de usar lazos, de amarrar o jalar a ninguno de los animales — a menos que sea para la asistencia de algún parto —. Durante el frío invierno, las vacas y los terneros se resguardan en establos, pero una vez sale el sol de primavera, todos ellos vuelven a disfrutar con alegría de campo abierto.
A lo largo del documental destaca la relación entre Hook e Ida, su vaca favorita. A los 12 años de edad, sigue siendo la figura de la granja y de una lucha que va más allá, como el símbolo de los pequeños productores orgánicos. Afortunada de conocer mucha gente que la aprecia, de ir a un viaje a la playa, mientras su dueño plantea planes para su feliz retiro como vaca lechera.
Por otro lado, The Moo Man muestra la fortaleza de un granjero que cree en lo que hace, que busca la forma de distribuir sus productos de forma independiente, informando a la gente sobre la importancia y la calidad de la leche orgánica cruda.
Un documental conmovedor, que nos invita a reflexionar sobre el origen de nuestros alimentos. Nos acerca a aquellos productores aman lo que hacen y a los animales que forman de cierta forma parte de su familia. Claro, como en todo, hay un ciclo que se debe cumplir… al menos es otra versión comparado con esas grandes empresas de producción masiva.
Andy Heathcote y Heike Bachelier, director y productores, inscribieron este pequeño documental en Sundance y, aunque no ganó, dio mucho de que hablar; el jurado y la crítica quedaron fascinados por esta historia. De ahí dio un salto a la Berlinale y otros festivales. The Moo Man ahora está disponible en Netflix.
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