¿Cómo olvidar una de las primeras obras maestras de Cuarón? La princesita es una película que en 1995 nos robaría el corazón, por su hermosa fotografía, por ser la historia entre un padre y una hija que son separados. Es una película llena de hermosos contrastes: Sarah se muda de India a Nueva York a una nueva escuela mientras su padre cumple con su servicio militar durante la Primera Guerra Mundial.
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La razón por la que ella es un pequeño rayo de luz para las chicas del colegio es que lleva su fantasía a pesar de la directora, la señorita Minchin, quien pareciera ser un fragmento de los ideales de la época: admira lo práctico, productivo y sobre todo, real.
Es justo cuando lleva la fantasía a las otras chicas que ocurre una tragedia: el padre de Sarah desaparece en acción, olvidando su pasado debido al gas mostaza, y todos lo toman por muerto. La directora del colegio toma posesión de las propiedades de la niña, mientras la usa de asistente doméstica. Además de ser un arreglo injusto, esta mujer no deja de ser cruel con la niña, a quien le dice que ninguna niña es una princesa (creencia que su padre le había dejado).
Entonces sucede un contraste muy grande en la vida de Sarah, quien a pesar de las dificultades no pierde su buen corazón, ganando a cambio algunos momentos de luz, como cuando se hace amiga del sirviente Indio de su vecino (quien en esta historia la hace de hada madrina), o cuando un niño la confunde con pordiosera y le regala su dinero. Al no poder devolverlo, Sarah entra a la panadería y compra un delicioso pan dulce, que al final regala a alguien que verdaderamente lo necesita.
Esta escena es pequeña en el filme, pero cumple sus propósitos: nos da un poco de esperanza de que todo estará bien al terminar la historia, y también hace que se nos antoje ese delicioso rol de canela a la naranja como si tuviéramos años de no probar nada dulce.
Por eso, este post va dedicado a esa fabulosa película. Si se te hace un poco tardado, siempre puedes hacer unos roles de canela sin levadura, que están listos en menos tiempo.
Tiempo de elaboración | 3 horas
Dificultad | media
Personas | 4
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Ingredientes
- 1 paquete de levadura seca activa
- 1/2 taza de agua caliente
- 1 1/2 cucharaditas de ralladura de naranja
- 1/2 taza de jugo de naranja
- 1/4 taza de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 huevo
- 2 cucharadas de mantequilla
- 3 -3 1/2 tazas de harina para todo uso
Para el relleno:
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharada de mantequilla o 1 cucharada de margarina, suavizada
Para el glaseado:
- 1 taza de azúcar glass
- 1 cucharada de jugo de naranja
- 1 cucharada de ralladura de naranja (opcional)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Cómo hacer los roles de canela y naranja de “La Princesita”
Disuelve la levadura en el agua tibia en un tazón. Agrega la cáscara de naranja, el jugo de naranja, el azúcar, la sal, el huevo, la mantequilla y 1 1/2 tazas de la harina.
Bate 30 segundos en baja, raspando el recipiente constantemente; aumenta la velocidad a media, bate 2 minutos, raspando el recipiente de vez en cuando. Agrega la cantidad suficiente de la harina restante para hacer que la masa sea fácil de manejar.
Coloca la masa sobre una superficie enharinada y amasa 5 minutos hasta que esté suave y elástica. Cubre; y deja crecer en un lugar cálido hasta que doble, alrededor de 1 a 1 1/2 horas.
Amasa y coloca sobre una superficie ligeramente enharinada, formando un rectángulo de 15×9 pulgadas. Unta la mantequilla y espolvorea con la canela. Enrolla comenzando desde los puntos largos y pellizca el borde para sellar bien. Corta el rollo en rodajas de 1 pulgada y media.
Coloca las rebanadas un poco separadas en un molde para hornear engrasado. Cubre y deja crecer el doble (alrededor de 30 minutos). Hornea en el horno precalentado a 190 grados C. Hornea de 25 a 30 minutos o hasta que los rollos estén dorados.
Por último, prepara el glasé: combina el azúcar, el jugo de naranja, la cáscara y la vainilla. Úntalo mientras esté caliente. ¡Disfruta!
Fuente: Food.com