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La recuperación de la ballena gris

Actualmente la ballena gris está fuera de peligro y su población es similar a la de hace 170 años con un promedio de nacimientos en México de 618 ejemplares al año.

La ballena gris es uno de los mamíferos más grandes que habita en el mar. A pesar de su inmenso tamaño ha sido víctima de la caza furtiva, misma que redujo su población a tan sólo 2.000 ejemplares en las primeras décadas del siglo XX. Al iniciar su recuperación en 1972, las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre-Guerrero Negro fueron los primeros santuarios de ballenas reconocidos en el país.

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Cada año, miles de ballenas recorren más 12 mil kilómetros desde las aguas frías de Alaska hasta las lagunas en la costa mexicana en Baja California y desde hace 19, se monitorean y cuentan semanalmente el número de ejemplares que llega a ellas cada temporada.

En los santuarios mexicanos de ballenas se ha registrado un promedio de 618 nacimientos de ballenatos, sólo en el territorio nacional. Éstos se suman a los casi 25 mil ejemplares que existen en el mundo. Esta cifra se asemeja a la población que hubo hace 170 años. De aquí podemos deducir que la ballena gris ha tenido una notable recuperación y podrá estar fuera de peligro.

A pesar de que su población se encuentre restablecida, la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT-2010 pone a todos los cetáceos en categoría de especie protegida y la cacería y aprovechamiento de la misma está prohibida para garantizar su conservación.

Uno de los mejores reconocimientos al trabajo que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONAP) y el Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER) realizan es que el Santuario de El Vizcaíno haya sido nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad y el mejor sitio para reproducción y crianza de la ballena gris.

Claro está el enorme crédito que tienen por restablecer la población de este magnífico animal que cada año nos deleita con su elegancia y serenidad. Gracias a su personalidad pacífica, la CONAP promueve también el turismo sustentable para la observación de ballenas dentro de los límites referentes a su protección y conservación de su hábitat.

El hombre y la naturaleza pueden vivir en armonía mientras sigan reglas básicas de respeto y convivencia. Las ballenas proveen un espectáculo único con el que los habitantes de la región pueden beneficiarse económicamente, los turistas tienen la oportunidad de observar en su hábitat a esta especie y entender la importancia de conservar algo tan bello, las ballenas obtienen a cambio un lugar tranquilo dónde vivir y gente que vela por su bienestar.

Fuente:
Población de ballena gris, en recuperación (Excelsior)

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