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Ingredientes de tu alacena que calman la gingivitis

Ir al dentista es tu mejor opción, pero, mientras eso sucede, estos pequeños trucos te ayudarán a calmar el dolor en las encías.

Si notas que tus encías están oscurecidas, o que sangran durante o después del cepillado, ¡oh-oh!, parece que tienes gingivitis. La gingivitis es una inflamación de las encías que puede tener varias causas y es necesario que lo consultes con tu dentista. Pero, a veces, los dentistas no pueden recibirte de inmediato y, malas noticias, la gingivitis duele. Estos son algunos remedios caseros para calmar la inflamación y el dolor momentáneamente.

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El té de manzanilla

Reduce la inflamación y ataca las bacterias que la causan. Debes preparar una infusión muy cargada y tomarla entre comidas o usarla como enjuague bucal. Hay pastas dentales a base de manzanilla, consigue una si puedes.

La sal

Una solución salina funciona de la misma manera. Se trata de eliminar bacterias. Mezcla una pizca de sal en un vaso de agua tibia y utiliza esta solución como enjuague al despertar y antes de acostarte, para atacarlas durante ese largo periodo en que tienden a crecer en ese ambiente húmedo y oscuro que es tu boca.

El jugo de limón

Debe ser diluído porque su acidez puede atacar el esmalte de los dientes y cambiarte un problema por otro. Pero si no tienes manzanilla, un vaso de agua con una cucharada sopera de jugo de limón puede sustituirla. Sólo no enjuagues la boca con él, bébelo para que no pase tanto tiempo en contacto con los dientes. Sin azúcar, ¿eh?

Manzanas, peras y melones

Masticar estas frutas fibrosas crudas la hace a la vez de masaje de encías y de hilo dental. Para esta ocasión retira la cáscara, que podría quedarse atorada entre las encías. Unos cuantos trocitos después de cada comida ayudan a limpiar antes del cepillado, el masaje calmará un poco el dolor, que es más fuerte justo después de comer.

Aceite de coco, de sésamo, gel de sábila

Si tienes alguno de estos aceites, puedes usarlos para dar masaje directamente con tu dedo (limpio) en las encías. ¡Ok!, quizá no tienes sábila (aloe vera) en la alacena pero, ¿en el jardín?

Dar en el clavo

El clavo de olor es un fuerte anestesiante. Si no puedes conseguirlo en aceite, mastica uno para que lo libere, “dormirá” tu encía y tu diente de inmediato. Mastica con cuidado, porque anestesiará tu lengua también y es una sensación muy desagradable. También puedes hacerlo polvo y mezclarlo con uno de los aceites anteriores para hacer una pasta que aplicarás localmente.

En todo caso, suerte con el dolor, que puede ser de los más molestos. ¿Conocen otro remedio?

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