No tienen la más mínima compatibilidad, sus diferencias son muy notorias y la antipatía mutua es imposible de superar por ambos nativos.
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Escorpión, por estar regido por Plutón y Marte, es un signo de procesos interiores, explosivos y coléricos; en cambio los Sagitario, por estar regidos por Júpiter, son amantes de la paz y la tranquilidad. Estos dos signos no pueden ser amigos porque se llevarían muy mal, no se entenderían en ningún terreno y no podrían compartir ninguna relación que perdure en el tiempo, como el matrimonio o la amistad, pues pelearían y la agresividad escorpiana llevaría las de ganar.
Tampoco podrían hacer negocios juntos y menos conformar una sociedad: el carácter dominante de Escorpión chocaría con la personalidad más calma de Sagitario y la mala vibra haría que todos sus proyectos fracasaran. El «yo deseo» de Escorpión no combina con el «yo comprendo» de Sagitario, por lo tanto, abstenerse es mejor.