No tienen la mínima compatibilidad, nunca dos signos fueron más diferentes. Se rechazarían de plano, sólo al conocerse la antipatía sería instantánea.
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Acuario ama lo artístico, se ilusiona y trata de cumplir sus sueños del alma. Capricornio se interesa por los objetivos materiales, intenta conseguirlos con toda su fuerza y pone su mente al servicio de lo que pretende. En cambio, Acuario quiere trascender y elevarse, lograr un gran equilibrio y muchas conexiones en su vida, nada que tenga que ver con lo material o comercial.
Acuario es positivo y Capricornio, negativo. A la hora de iniciar una relación, esta diferencia es de gran peso. El signo negativo lleva todos sus procesos mentales por dentro, sin comunicarlos, se cierra y esconde todos sus propósitos hasta que los obtiene y resuelve sus dificultades utilizando su omnipotencia y su comportamiento secreto; el positivo se abre hacia los demás y le comunica sus deseos, pensamientos y proyectos. Es muy evidente que el aguador y las cabritas no se entienden.