Son compatibilidades posibles solamente a la hora del sexo. Estos verdaderos gourmet del placer podrían juntarse para tener una excelente cama entre ellos y luego cada cual tomar su camino sin ningún cargo de conciencia.
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Los taurinos son un signo de tierra, por lo que se alimenta de realidades y lo suyo no es la filosofía ni la fantasía; prefieren entre ambos una buena pasión y no un matrimonio que se nutriría de peleas y silencios. Además poseen una gran tendencia a cerrar su corazón, por lo que no compartirían penas ni alegrías y, entonces, cualquier intento de relación en el tiempo se perdería, sería lo mismo que intentar comunicar a dos islas que por propia preservación se cuidarían la una de la otra.
Tauro es un signo que cuida su confort y buen vivir a ultranza, por lo cual no se enredaría en un amor que le traiga problemas y lo saque de su confortable mundillo. Este signo puede vivir con su par momentos de delicioso placer, luego, lo más conveniente es que cada uno se vaya a su propia casa.